, archivado en The Good Wife

“Sólida” es uno de los mejores piropos que se le pueden lanzar a una serie de televisión. Implica que el “vuelva usted mañana” jamás se resiente y el espectador regresa cada semana con la dulce ansiedad de reencontrarse con una pandilla de amigos con los que pasar un rato agradable y emocionante.

La crítica televisiva está acostumbrada a sacar el machete para destrozar trabajos ajenos (perdón si alguna vez he pecado), por lo que no suele calibrar como se merece una propuesta callada, de raíces fuertes, entretenida, estable, cuya mayor virtud es la de saber mantener su velocidad de crucero desde 2009. Se dice pronto: un póker de temporadas y 22 capítulos cada año. Y ni un solo tramo donde uno diga que esto decae o que llevan un mes muy flojo. No. Sólida.

Porque The Good Wife está soberbiamente escrita. Sin alardes, sin postureos, sin gustarse. Simplemente, contando buenas historias y atendiendo a un principio estructural básico: en cada capítulo hay que conjugar caso de la semana y trama de fondo. Hay que mover piezas sin cesar, como un montacargas (una poética de ascensor, recuerden) que transporta gente y conflictos de arriba abajo.

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Lo canta el adorable canalla de Colin Sweeney: “Es lo que amo de este sitio. Todo el mundo duerme con todo el mundo”. Porque en Lockhart & Gardner el poder y sus mecanismos viajan del despacho a la alcoba, de la política a la religión, de los nietos a los abuelos, de la derecha a la izquierda… como si fueran unos coches de choque donde la peña va zurrándose sin sangre. Un microcosmos, vaya.

Además, este ajedrez humano no trata -uno de sus mayores aciertos- de subvertir el relato a la ideología. Imaginen, por ejemplo, qué habría hecho el último Sorkin con el amor entre Diane Lockhart (aspirante demócrata) y Kurt McVeigh (aficionado a la Fiesta del té). Aquí no hay atisbo del clásico sermón liberal, sino un par de coñitas a costa de Al Gore y la alfombra para un conflicto amoroso-profesional-ideológico de lo más jugoso el próximo año. Lo mismo se puede decir para muchos casos de la semana, aireados sin mitin ni vaselina. Ojo, esto no convierte a The Good Wife en un artefacto cínico, sino simplemente en un relato que privilegia la coherencia de la historia por encima de cualquier otra agenda.

Esto solo puede lograrse con un puñado de personajes que, a estas alturas, funcionan solos. Tan bien delineados que discurren con piloto automático. Me enternece, por ejemplo, la sutil reconstrucción del matrimonio Florrick y la defensa que hace Alicia del compromiso; me mola el inconformismo de un Cary Agos; está muy divertido el fichaje de la pizpireta Robyn; y siguen resultando irresistibles los juegos de poder entre Diane, Will y Lee.

Este último ámbito es de los pocos donde la trama se ha espesado este año. Entiendo que con tantos capítulos por rellenar (*) necesiten hornear nuevos conflictos colectivos a los que enfrentarse, pero no me ha terminado de convencer la subtrama de los problemas económicos del bufete de abogados. Ahora bien, si la contrapartida ha sido contar con un secundario tan sabroso como Nathan Lane, francamente, puedo perdonarlo. No puedo decir lo mismo de la subtrama Kalinda-Nick, la más flojita en estos cuatro años. Es lógico que fuera tan contestada (y no solo por una muy ridícula escena pseudoerótica): el excelente Marc Warren parecía un error de cásting y, sobre todo, el comportamiento errático de Kalinda no casaba con su habitual psicología pérfida y rocosa.

(*) ¿A qué no imaginaban que era posible encontrar tantos tipos de juzgados diferentes? Son formas de agitar la trama y salir de la rutina. Mi favorito, aquel episodio afrancesado con un juzgado olímpico…

Son un par de lunares en una temporada que ha vuelto a ser sólida, es decir, excelente. La season finale, la más satisfactoria junto con la de la segunda temporada, fue inusualmente acelerada, pero hizo un sensacional trabajo para cerrar las tramas (**) y pavimentar el camino del quinto año, Beck y sorpresa final incluída. ¿Un relato partido entre dos bufetes? No sé, podría funcionar; se pierde unidad espacial, pero se multiplican los conflictos. ¿Un as en la manga para Will, con el que torpedear a Peter Florrick? Habrá que ver cómo evoluciona el triángulo amor-profesión-política, pero pinta interesante a más no poder.

(**) ¿Por qué Will no “denuncia” el tejemaneje del equipo de Peter? ¿De verdad es por no “hacerle daño a Alicia? Aún más, ¿es consciente Peter de los intentos de su gente por adulterar las elecciones? En el otro frente: ¿Alicia se cambia de firma para alejarse de Will… o para poder acercarse amorosamente sin suscitar dilemas profesionales? Umm, deliciosa ambigüedad.

No es posible concluir una crítica de The Good Wife sin citar los personajes ocasionales y las estrellas invitadas. Han elevado el asunto a la categoría de arte, como recordaba Mr. McGuffin. Ahí sí que se les nota con una seguridad en sí mismos envidiable y son capaces de crear capítulos memorables para Louis Canning, Patty Nyholm o Elsbeth Tascioni, carne de spin-off todos ellos. Los creadores son conscientes de que ya han consolidado una tradición televisiva y el círculo virtuoso no hace más que ensancharse; es cuestión de tiempo que una estrella de cine asome la patita, como hizo un Bruce Willis o un Brad Pitt en Friends. De momento, en el último capítulo ya contaron con el alcalde de New York…

The Good Wife Elsbeth Tascioni Ideas

Por eso, termino mi reseña con un enlace que tuiteaba ayer Nacho Gonzalo: “Las 76 estrellas invitadas de The Good Wife ordenadas por excelencia“.

¡Demonios, cuánto voy a echar de menos esta serie hasta septiembre!

7 Comentarios

  1. MissMacGuffin

    Creo que lo de Will con el vídeo que prueba el fraude es más complicado. Si lo hace público, no sólo daña a Alicia, sino también a Diane, que será propuesta al Tribunas Supremo de Illinois si Peter es gobernador.

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  2. Abril

    A mí me ha encantado la finale. Volver a ver al juez Abernathy, y Nyholm con su bebé (momentazo cuando Will le pregunta, Este es nuevo no? Y ella le contesta, ya he perdido la cuenta!)!
    Yo estoy deseando ver la 5aT porque puede ser enorme ver un juicio en el que se enfrenten el Team Will/Lee vs el Team Cary/Alicia con Diane de Jueza. Esto podría ser Épico. Imagino que incorporarán a abogados nuevos a ambos equipos. J.Fox con Will y Nyholm con Alicia? Estas posibilidades equiperas me parecen la bomba!
    Veremos cómo solucionan lo de Peter y la Campaña. Y lo de Kalinda porque también molaría que la acusasen de lo del marido. Estoy segura de que ella llamaría a Alicia para que la defendiese.

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  3. arasha

    a mi me gusta mucho como se mojan con la parte de los \”tejemanejes\” que conlleva la política. el hecho de boicotear al contrario buscando en su basura, o donde haga falta. la vez que tenían al candidato perfecto pero lo retiraron por una foto que colgaron sus amigos en las redes sociales en una posición \”incómoda\” al lado de un muñeco gigante de papa noel…. todo eso existe, pero a veces parece que si no nos lo ponen en una seire de tv, no somos conscientes de ello…

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