, archivado en Modern Family

“Es la yuxtaposición de la comedia absurda frente al fondo de un escenario formal” (2.23). En el penúltimo capítulo, tras las calamidades previas a un discurso de graduación, Cam define sin darse cuenta el humor de su propia serie. Comedia absurda, escenario formal. That’s it.

Porque el título de Modern Family lleva a engaño. No es una serie rompedora: ni de los moldes de la comedia ni de los estereotipos familiares. Se antoja bastante clásica en todos los sentidos, incluido ese paternalismo con el que barniza cada cierre de capítulo. Eso no quita para que esta caravana de la ABC resulte hilarante; la originalidad y la subversión, salvo contadas excepciones, están muy sobrevaloradas en este mundo. Lo clásico divierte porque las reglas de la comedia están inventadas y funcionan desde hace muuuucho tiempo. Modern Family aspira simplemente a hacer reír, que no es poco.

Empezó la temporada con buen pie, alcanzando la cima de la vergüenza ajena en el especial de Halloween (2.6.). Sin embargo, su tramo medio ha acusado cierto cansancio en los gags y, por días, un exceso de melaza. Por suerte, los creadores han recuperado el pulso en los últimos cinco capítulos, donde han enlazado momentos memorables como las disputas por cuidar a Lily (el 2.20 ha sido el episodio más redondo del año), la equívoca “publicidad” de Hayley y Claire, Jay con su ojo caído, los Dunphy pedaleando un tándem o Phil haciendo pasar a Gloria por su esposa. Es inteligente que las comedias echen la casa por la ventana al final de la temporada y saquen la artillería de guión, justo cuando el equipo técnico y los actores están más cansados. Es astuto porque, como ya ocurrió con Parks and Recreation o Raising Hope, dejan al espectador buen sabor de boca y la memoria agradable de querer volver.

Como suele ocurrir, las segundas temporadas también sirven para detectar personajes que crecen y otros que cansan por el tipo de humor que despliegan. Luke y Hayley han ganado enteros, como identifican en ¡Vaya Tele!, mientras que la ácida Alex ha perdido protagonismo. Cam, el adorable osito gay, ha terminado por resultar repetitivo y demasiado previsible; por contra, Mitch hila más fino y su mezcla de inofensiva mala uva y complejo de inferioridad aporta secuencias muy divertidas. Manny, por su parte, se ha pasado de frenada y le ocurre como a Cam: su personaje es el que es (un hombre con cuerpo de niño) y el juego que ofrece queda, por tanto, muy limitado.

Y Gloria, ay, Gloria. Sigo detestando sus apariciones, por mucho que estire el estereotipo hasta hacerlo estallar. Simplemente: el rollo “colombiana explosiva en terreno (cultural) enemigo” no me hace gracia, qué le vamos a hacer. Pero, en justicia, he de reconocer que cuando da en el clavo, me roba gigantescas carcajadas: el vecino que piensa que los Pritchett tienen un loro por su forma de llamar a Jay o la confusión entre saxofón y sexy-phone son de antología.

En el lado más positivo, me quedo con Jay, un personaje tan sólido como la actuación de Ed O’Neill, un tipo con una vis cómica construida sobre la ironía. Claire también ha dado un salto de calidad por su afán obsesivo, su competitividad y sus trifulcas familiares. Pero, sobre todo, me sigo declarando fan incondicional de Phil Dunphy. Con su amable cara de quiero y no puedo, se mueve como pez en el agua en cualquier registro: gags físicos, marido atemorizado, padre sin autoridad, rival perdedor, manazas… ¡Y sigue siendo tan adorable!

¿Se imaginan, así sin anestesia, un quinteto titular formado por Ron Swanson, Karl Pilkington, Maurice Moss, Dwight Schrute y Phil Dunphy?

7 Comentarios

  1. Crítico en Serie

    Como bien dices, intentar hacer reír no es poco. De hecho, me parece de las misiones más difíciles que hay (quizá porque no soy de los que ríe fácilmente y odio sentirme obligado a hacerlo). Pero Modern Family, siendo tan clásica, es fantástica. ¿Para qué cambiar la fórmula si cogen la de toda la vida y les funciona a la perfección? Diría que nunca algo tan elemental como un porrazo contra una puerta de vidrio me había hecho reír tanto.

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  2. MacGuffin

    Al porrazo contra la puerta que indica Crítico yo añado la caída pendiente abajo de Phil y Claire :).Hayley ha sido todo un descubrimiento en esta temporada, y los guionistas se han dado cuenta de ello y han explotado el filón. Su dúo con su hermana Alex es tremendo.

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  3. LoFelip

    Todos los personajes siguen estando perfectos. Ni unos sube ni otros bajan, todos se mueven por igual.

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  4. Raúl

    Después de los bajones de How I met your mother y Community (que tiene grandes episodios aislados) Modern Family es la mejor comedia del momento. Sólo con ella me río a carcajadas.Coincido con Alberto: Phil es el mejor. Los monólogos a cámara en los que rechaza lo dicho o hecho un segundo antes en el "mundo real" son hilarantes.Que dure mucho tiempo

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