, archivado en El pingüino

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Los cómics son elásticos. Infinitos. Por eso no extraña —más aún tras el último terremoto genuino en la franquicia: el Joker de Joaquin Phoenix— que la mirada vire hacia el villano. Estas sabandijas también molan, porque en el fondo son humanos y esconden un corazoncito dañado que explica tanta hijoputez. La familiaridad con el Joker se extiende, también, ante el hecho de que estamos ante un pingüino que se bambolea sin que aletee ningún murciélago cerca, por mucho que estrictamente hablando esta miniserie que ahora se estrena sea una suerte de continuación de The Batman (2022), la última iteración fílmica de Gotham con Robert Pattinson en la piel de Bruce Wayne.

Con El pingüino (HBO/Max) regresamos así a un Gotham neo-noir, de colores apagados y aire claustrofóbico. Frente a los cielos donde se proyecta la silueta del caballero oscuro, El pingüino ilumina su contrario: un submundo sangriento, marginal, por el que hierven los ajustes de cuentas y la corrupción de los bajos fondos que escalan a la superficie.

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Un Comentario

  1. Flames

    Bueno… veo que empieza el nuevo curso escolar. Demoledora la crítica… parece muy certera, aunque no he visto la serie todavía, pero me da que has dado en el clavo.

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