, archivado en Justified

Una serie cuyo protagonista actúa con el garbo de sus andares tiene que ser diferente. 

Así que dale al banjo, anda.

Sí, lo es: Justified, el último éxito de FX, coquetea con varios géneros y se resiste a la clasificación fácil. Tiene aire de western, estructura de thriller, moralidad noir y conflictos de melodrama sureño. Ese despiste es precisamente lo que acaba insuflándole encanto.

 

 

(Detalles leves de la primera temporada a partir de aquí)
En sus primeros compases, me dejó algo frío, pero las historias de Raylan Givens (el mejor Timothy Oliphant, francamente) han ganado consistencia desde que tuvo que capturar a aquel dentista, en uno de los episodios más redondos de la temporada. Ahí había golpes de humor, cierta camaradería y ese no-tomarse-muy-en-serio que planea por Justified. Creo que es clave esa sutil distancia irónica: hace a la serie llevadera, apetecible y, sobre todo, plastifica la violencia descarnada que pulula por el fondo de la trama. 

Además, la serie de Yost y el escritor Elmore Leonard (ejerce de “ideador” y productor ejecutivo) ha logrado hacerse con un tono propio, original, gracias a la atmósfera de viejo pueblo minero, al aire familiar de una ciudad de provincias, al laconismo de los diálogos y a ese acento masticado, gangoso, de vocales cerradas…

 

 

Conforme los capítulos avanzaban, la trama de fondo ha ido saliendo a la superficie y ha servido para dar un empujon a la psicología de los personajes. Hay un par de mujeres de armas tomar (Winona y, sobre todo, la fiera Ava, puro Kentucky), un jefe de policía con personalidad, un tocapelotas con clase y dos papás que harían las delicias de los jerguistas (y los juerguistas) freudianos. Porque la historia seriada revela, básicamente, el relato de culpabilidad de unos hijos que decepcionan a sus padres, como escribe Poniewozik. Así, el héroe implacable e indestructible que es el Givens de los primeros capítulos, se va humanizando y empieza a mostrar debilidad y moratones cuando su padre entra en escena… hasta llegar a ese metafórico “Hatless“, con Raylan a ras de suelo. Se lleva las del pulpo pero, en realidad, la procesión va por dentro y lo que le duele es la identidad. 

Más complejo aún es Boyd Crowder, el personaje que interpreta mi admirado Walton Goggins. Como buen actor de método, se mete en las entrañas del papel desde dentro… aunque no termino de pillarle el tranquillo. Quizá me perdí algo, pero me supera esa redención religiosa. Pensé que era impostada y ahí estaba la memorable bendición de Givens para acreditarlo: “No dejes que la imagen de los sesos de Jared desparramados por el parabrisas desanime nuestro apetito, pero haz que el conocimiento de los pecados pasados de Boyd ayude a guiar a estos hombres” (1.10. “The Hammer”). Pero no, su iluminismo va muy en serio y no es una treta para escapar de la justicia.

 

 

Así concluyó una temporada más que aceptable. Entretenida, bien rodada, con tramas episódicas llenas de garra y ofreciendo una personalidad y un universo narrativo con muchas posibilidades por explotar. FX, una vez más, ha tenido puntería; aquí podemos probar la nuestra. 

Porque parece que nos queda country para rato y esto está justificado.

 

——— 

Cortesías (Sietenanitos y Mr. Macguffin con el final de Perdidos)

9 Comentarios

  1. juan

    Las series con episodios autoconclusivos tienden a aburrirme.Me parecen lo más parecido al fast food.Vi los dos primeros de Justified y no encontré justificación para seguir,pero ahora que entramos en epoca de vacas flacas me acojo a tu consejo y haré un poder.Espero que la trama de fondo coja fuerza,porque por ahi si me puede enganchar.Luther lo ha hecho.

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  2. MacGuffin

    Justified, como bien dices, ha logrado mezclar bastante bien el western y la ironía del noir de Elmore Leonard, y ha resultado ser no sólo entretenidísima, sino muy divertida. Boyd es un punto porque está realmente trastornado. Y los autoconclusivos, Juan, han estado muy bien, qué manía tenéis de descartarlos porque son autoconclusivos :). Esos fugitivos un poco torpes que los protagonizaban eran muy divertidos.

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  3. satrian

    Hay que reconocer que esos primeros episodios casi autoconclusivos, tenían unos personajes, unos malos malosos, de lo más original, acababas compadeciéndote de ellos, con sus flaquezas y aciertos, todo eso en cuarenta minutos hasta ahí acertó la serie, aunque desde luego, cuando se centró en la trama personal la serie subió muchos enteros, espero que Elmore Leonard siga involucrado en el proyecto la temporada que viene, porque se nota su toque.

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  4. OsKar108

    Yo de momento solo he visto los 5 primeros y (de momento al menos) me gusta el conjunto de "pequeñas rarezas" que conforman la serie.¡Saludos!

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  5. juan

    MacGuffinNo es mania lo que tengo con las series de episodios autoconclusivos.Si por algo veo series es por la capacidad que tienen para contar historias sin prisa,con detalle,con vaivenes y sorpresas.Todo eso es lo que no encuentro en un episodio en el que en una hora pasa todo lo que tiene que pasar porque la linea de acción suele estar estandarizada.Supongo que no siempre es así,pero basicamente este es mi problema con el asunto de la autoconclusión.Y en esos casos,prefiero una buena pelicula.Son mis gustos,creo que no son manias.También entiendo que,el que yo no sepa o no pueda o no quiera sacarle el jugo,no significa que no lo tenga.

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  6. torpe dama

    Pues al final acabaréis convenciéndome. Y mira que a mí los andares de Oliphant me llamaron la atención en Deadwood, pero porque de raros que son no me gustan nada… Hale, ya tengo deberes para el veranito.

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