, archivado en Sons of Anarchy

Su primera temporada fue mi estreno favorito del curso pasado. Una serie grandiosa, compleja, enfática, muy potente visualmente. Lo grité tan alto como pude, intentando buscar cómplices en quienes nos habíamos quedado huérfanos de Vic Mackey y teníamos que refugiarnos en las faldas de Gemma Teller. Pero si la primera temporada de Los hijos de la anarquía fue de Matrícula de Honor, esta segunda la dejaría en un Notable. Han perdido gas, a pesar de un cierre de temporada espectacular, en el sentido más literal de la palabra. 

Hace unas semanas di cuenta de las extrañas sensaciones que SoA me estaba produciendo: “La disfruto, pero no me apasiona como la primera temporada. Su narrativa me resulta algo deslavazada (la reciente incursión en la cárcel puede servir de ejemplo). Se me antoja como una olla a presión que nunca empieza a hervir. Que amaga sin dar, a pesar de sus finales de capítulo tan poderosos. Siento que le falta algo, pero aún no he tenido tiempo de pensar qué. Opie desquiciado, Tara asimilada, Gemma dañada, un enemigo que los está partiendo en dos y esta frase de Clay a Jax en el cierre del 2.4.: “Si vuelves a hablar de Donna o del incidente otra vez… te mato”. Y con todo eso, con tanta trama al rojo vivo, parece que la explosión nunca llega”.

 

 

(A partir de aquí, espoilers)
Con la perspectiva de la season finale y tras reflexionar un poco, creo que puedo dar cuenta de por qué las Harleys del SAMCRO no han rugido como antaño: 

1. Han abundado en el que me pareció el único defectillo de la primera temporada: las escenas de acción (peleas y tiroteos, básicamente) están mal rodadas. Desordenadas, con una planificación discutible, faltas de punch y realismo, sin esa audacia física que marcaba estilo en The Shield. Recordemos, por poner un ejemplo, la masiva batalla campal del penúltimo capítulo. Puff. Aquello parecía un patio de escuela, sin sangre, sin sudor, sin vida, con todos los buenos ganando al mismo tiempo… No, hombre, no.

2. Como decía también hace unos meses, hay mucha intensidad contenida que no explota, como en las broncas de colegio pijo, donde siempre hay mucha amenaza (“¡¡cógemeee que lo matooo!!””) y luego la peña se zurra con la manita abierta, para no hacerse pupa. Esto ha sido un poco así: mucho empujón, mucha indignación verbal… pero poca efectividad violenta. El momento en que Jax le ofrece una pistola a Clay para que le dispare (2.10.) me parece paradigmático en este sentido. ¿Alguien ha contado todas las amenazas de muerte que se suceden en estos trece capítulos? ¿Proporcionales al número de muertos? Nooo. En este sentido, le falta ese punto de ebullición constante, de respiración violenta que caracteriza a series como 24 o The Sopranos, donde nunca se dispara con balas de fogueo. Menos mal que en el último capítulo la tragedia se hace radicalmente visible. Ya era hora. Porque hasta entonces, solo el desquiciado Opie parecía consecuente… y, sin embargo, hasta él acaba domesticado como un corderito cuando descubre la verdad del asesinato de su esposa. No, hombre, no.

3. Precisamente ése es el tercer elemento que no me ha convencido este año. La credibilidad de algunos personajes o situaciones. No me creo a mi querido Opie, lo siento; toda su rabia contenida -motor de sus acciones- se diluye de un capítulo para otro sin más consecuencias que una paliza a Tig y una redentora “reprimenda” a la agente Sthal (quien haya visto The Shield, puede comparar estas descafeindas consecuencias con lo ocurrido con cualquiera de las dos “marcas de Caín” de la serie de Ryan). Sigamos con esos mismos personajes: ¿cómo es posible ese calentón de Tig con Gemma (2.11.)? Acepto el momento límite de ambos personajes, pero, Sutter, ¡anticipe usted algún sutil intercambio de miradas en capítulos anteriores (como sí ocurre entre Gemma y Unser, por cierto) o algunas conversaciones solitarias que nos preparen para hacer creíble aquello! ¿no?

Lo mismo con la evolución -tan de manual de guión- de Tara y su arrebato de matona en el hospital o el giro humano de un personaje como Weston: plano y pendenciero hasta el capítulo 2.12., cuando de repente entran en escena sus hijos para aportarle forzadamente matices. En fin, creo que toda la segunda temporada ha estado salpicada por estos desajustes dramáticos que han tensado el arco de transformación de varios protagonistas. Dos ejemplos más, del cierre de la serie: ¿Cómo es posible que una agente tan cualificada como Sthal meta la pata de esa forma (¡gatillo fácil!) en el tramo final del último capítulo? ¿Y Polly queriendo despedirse de Edmond, a quien solo había usado? No, hombre, no.

Son algunos de los elementos que me han despegado de los hijos de la anarquía esta temporada. Eso no quita para que otros muchos me hayan seguido fascinando, pero está lejos del esplendor de la primera temporada, donde los conflictos se revelaban más sutiles y la complejidad moral mucho más auténtica. Me sigue pareciendo un producto ambicioso, vibrante, políticamente atrevido, visualmente espectacular y, sin duda, con los mejores montajes musicales de la actualidad. Ah, y con mucho potencial aún… si saben dosificar mejor toda la tensión acumulada de los protagonistas.

Por eso precisamente el 2.13. (“Na Trioblodi”) fue un capítulo tan, tan bueno. Porque Sutter, por fin, hizo saltar la banca. Al ritmo de “Gimme Shelter“, se echó un órdago catártico que escondía un soberbio western sobre ruedas:

17 Comentarios

  1. OsKar108

    Vaya, pues yo estaría encantado con que la mayoría de series nos diese una temporada como esta, con todos los "fallos" que comentas y demás, porque a mi me ha hecho disfrutar a un nivel impresionante.¡Saludos!

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  2. Nahum

    Sí, sí, eso seguro, OSKAR. Partimos, como digo, de que estamos ante una serie muy superior a la media. Pero, para mí, dos peldaños por debajo de la genial primera temporada.

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  3. satrian

    A mí la escena de la pistola me parece magnífica, si quieres matarme dispara al símbolo del club marcado en su chaleco, para mí antológica.Quizás ha sido una temporada algo más comercial y eso lo ha ganado también en audiencia.

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  4. Alex

    Me la había guardado entera para difrutarla este fin de semana con todo el run-run en la cabeza de todo lo que había leído sobre ella.Y estando ahora en el episodio 10, me deja sensaciones muy parecidas a las que comentas. Yo soy un poco más optimista, un escalón por debajo en vez de dos, pero sin duda no tan brillante como me pareció la primera temporada. Eso sí, comparada con la media general, bastante por encima. Aunque repito, me quedan los episodios finales por disfrutar. A ver si acentúan las sensaciones o las calman.

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  5. Un telespectador más

    Es cierto que algunas cosas chirriaron un poco, como el cambio de Opie o el affaire de Gemma con Tig que no viene a cuento, pero es que la serie nos está dando tanto (sobretodo viendo el panorama actual) que se le perdonan esto spequeñso detalles.Y ahora nos toca esperar tanto tiempo para disfrutar de la tercera, que ganas!Saludos!

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  6. Moltisanti

    Esta vez no voy a poder coincidir contigo Nahum, partiendo directamente de que a mí esta temporada en conjunto me ha parecido muy superior a la primera.Los hechos que has destacado son cosas puntuales que entiendo que te hayan llamado la atención pero no creo que repercutan en el prodcuto final. Es verdad que lo de Tig y Gemma no pintaba nada (coincido en la química con Unser) pero por ejemplo a mí la pelea del 2×12 me dejó alucinado, como suele hacerlo la serie.El personaje de Opie es tan bipolar que nunca sabes por donde te puede salir y es verdad que solucionaron el "incidente Donna" de una manera de la que nadie esperabamos, pero asi es Opie.Para no enrollarme más, me ha parecido una temporada redonda de principio a fin donde se ha apostado por el espectaculo de calidad. Joder, ha sido ver la promo y me han entrado ganas de volver a ver la season finale.SAMCRO Rules!

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  7. Alejandro A

    yo todavía estoy viendo la primera temporada pero no me apasiona, este tipo de series creo que no se me da mucho

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  8. missmole

    Preciso primero de todo que esta serie me encanta, pero ya en la primera temporada pecaba un poco de lo que comentas y en esta segunda se ha notado aún más.Tipos tan duros y que se dedican a lo que los SOA deberían hablar menos y pegar más para resultar creíbles,jeje.A pesar de eso, a mí me engancha como pocas …

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  9. jesus

    Yo prefiero esta 2ª temporada. Y los tres últimos capítulos, WTF. La serie no había alcanzado ese nivel en ningún momento.

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  10. ALX

    No comparto tu opinión respecto a la temporada, pero creo que la season finale ha tenido algunas cosillas que no me han convencido, tanto lo de Polly, como lo de la Agente Stahl, personaje que me fascina, pero del que no me convenció ese giro al final, inculpando a Gemma. En las entrevistas a Sutter, compara a Stahl con Kavannaugh, pero no creo que haya estado del todo bien llevado ese paso al "lado oscuro".Aún así, la sensación general fue positiva, sobre todo por lo que apuntaba para su tercer año. Creo que Sons Of Anarchy va a evitar acomodarse y que al igual que hizo The Shield va a ir presionando cada vez más y más a sus personajes. Y que todavía tiene muchas cosas buenas que dar esta serie.Pero por ahora, no llega al nivelazo de la serie de Shawn Ryan.

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  11. Maribel

    He llegado a tu blog vía Vayatele, y me ha encantado este post. Discrepo en lo fundamental, y es que yo esta segunda temporada la he disfrutado mucho más que la primera. Pero coincido contigo en que hay cosas que te sacan completamente de la serie. Lo de Opie no lo entiendo, pero pienso que en la tercera temporada retomarán la historia de Donna y Tig a fin de tener una subtrama más, pq no me puedo creer que lo hayan zanjado de esa manera. El momento calentón de Gemma y Tig también me descuadró y directamente me sobra.Una cosa curiosa que me sucede con Clay, es que para ser uno de los protagonistas, es en los que menos se ha ahondado. No sabemos nada de su pasado, y de su presente, que vive la presidencia del club sin escrúpulos, pero no parece importarle mucho más. Me parece un personaje algo plano y es porque tampoco le dedican tramas que no tengan que ver con el amor propio herido cuando ve a Jax contradiciendo la filosofía del club. Pero en general, la serie es de lo más entretenido que he visto en mucho tiempo, y en tu post he visto reflejadas muchas cosas que me han ido pasando por la cabeza mientras la veía. Gracias 🙂

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  12. Nahum

    ¡Qué nivel, MARIBEL! Los blogs se engrandecen con comentarios como éste tuyo: cuidado, apasionado, dialogante. Por supuesto, serás más que bienvenida por estos lares. Muy sugerente lo de la "falta de pasado" de Clay. Bien visto.

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  13. Hector

    Completamente de acuerdo con este post. No te he podido contestar a través de twitter.Por cierto buen blog. Me lo ha recomendado mi mujer ( missmole).Un abrazo.

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  14. Anonymous

    Bueno yo voy hablar estando a la espera de la cuarta temporada y espero que algunos hallais reflexionado sobre vuestros comentarios. Ope zanjo el tema de Donna pero al estilo Jax, esperando el momento oportuno.El momento Gemma Tig no es ningun descuadre. Tig se encuentra en un moemnto dificil tras matar a la mujer de un SON por error y Gemma se encuentra despechada, podriamos decir, ante su situacion: tras haber sido violada, para ambos es una situacion extranya la que estan pasando y ese desliz es como la bofetada en la cara que todos necesitamos para espabilar.SPOILER:EL final de la 3 temporada ha sido grandisimo tras todo lo ocurrido en DUblin y creo que gracias a las cartas de John Teller en la cuarta descubriremos no solo a Clay si no tambien a la verdadera Gemma.Me gustaria puntualizar a titulo personal/*opinion que lo bonito de la series es ir descrubeindo poco a poco a los personajes y por peque;os detalles y conversaciones ya se sabe que estos dos (Gemma y Clay) algo ocultan: al igual que Tig no es primera vez que hace trabajitos para Clay.Una serie muy grande como no encontraba desde ya finalizada Perdidos.P.D Busco series para ver pero no me vale cualquiera…aunque creo que le hechare un ojo a The Shield: por vuestros comentarios no parece que vaya a estar mal

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