, archivado en Arrested Development, Eli Stone, How I Met your Mother, Scrubs ,

Una de las fórmulas para romper el espejo ilusionista y hacer evidente que el espectador está ante un relato construido son los narradores que enredan con la historia. Este recurso metaficticio caracteriza, sobre todo, a varias comedias que juegan con la instancia enunciadora del relato aportando una chispa explosiva a la narración. 

El padre que, desde el año 2030, relata a sus hijos adolescentes Cómo conocí a vuestra madre no cesa de pugnar con flashbacks y flashforwards, trampas en la focalización narrativa o el irónico contrapunto entre su voz en off y los hechos ocurridos. Así, por ejemplo, el punto de vista es la llave del capítulo 2.4. (“Ted Mosby, Arquitect”), donde se nos narra una peripecia de excesos del protagonista que, al final del capítulo, debemos releer al saber que Barney había usurpado la identidad de Ted. En el 4.5. (“Shelter Island”), una ida al futuro simula el final de la serie e, incluso, cambia la identidad de los hijos interlocutores al aventurar qué podría haber ocurrido si Ted se hubiera casado con Stella: “Y, niños, si hubiera dejado que Stella hablara con Robin [el día de la boda], toda esta historia habría terminado de forma diferente”. La última muestra que rescatamos de How I Met… se refiere a la fiabilidad del propio narrador, elocuente en este fragmento (3.17):

  • ¡Ah, sí, la cabra! Tan divertido que os va a encantar. Más tarde esa noche, la cabra se encerró en el baño y empezó a comerse uno de los vestidos sucios de Robin y… ¡Esperad un segundo! Robin no vivía aún ahí durante mi trigésimo aniversario… ¿Cuando pasó esto? Oh, esperad, la cabra estaba en mi 31 cumpleaños ¡Perdonad, chicos! ¡Me había equivocado!

En efecto, se equivocó. Lo de la cabra pasó una temporada después, al menos así lo “recuerda” Ted:

Estas apelaciones del narrador al público (los niños de How I Met… conforman una extensión de la audiencia televisiva) también se pueden apreciar –de forma puntual– en Eli Stone. La serie abre su piloto evidenciando su condición casual, de relato en construcción, al referirse a su propio acto de habla: “Hola, soy yo, Eli. Tengo mucho que decir, pero la altitud exige más ropa, así que prometo ser breve. Soy abogado. Trabajo en…”. Tras una secuencia cómica en un exótico paraje nevado, el narrador recupera –explicitando sus dudas, como el Mosby del ejemplo anterior– las riendas del relato: “Veamos… Abogado, San Francisco… ¿Mencioné que hace poco descubrí que podría ser profeta? Sí, a mí también me sorprendió. Hasta hace poco…” (1.1.).

En Scrubs, el antiheroico residente que la protagoniza mezcla imaginación y surrealistas ensoñaciones en los hilarantes sucesos hospitalarios que describe. Al narrar (y focalizar) el relato, la imaginación de JD rompe constantemente el ilusionismo al convertir, por citar algunos de entre las decenas de fragmentos posibles, a la pareja protagonista en Batman y Robin (1.8.), permitir un capítulo musical con la excusa de la enfermedad de una paciente (6.6.) o insertarse en una sit-com tradicional en ese alarde de guión que ofrece “My Life in Four Cameras” (4.17):

http://www.youtube.com/watch?v=_GRTCOvmf0g

Una última modalidad de “travesura” para debilitar el espejo ilusionista lo encontramos en el Ron Howard de Arrested Development. Su remedo del documental expositivo habilita una voz en off omnisciente que nos transporta al pasado íntimo de los personajes, inserta fotos fijas, falso metraje de archivo… ¡hasta gráficos explicativos de las relaciones paterno-filiales! Además de ocurrencias ingeniosas y surrealistas que chocan con el pacto de lectura documental, la suspensión de la credibilidad narrativa se produce al insertar falsos avances por parte del narrador: “En el próximo Arrested Development” no es más que una forma de cerrar tramas abiertas durante el mismo capítulo, quebrando, además, la expectativa del espectador y el pacto comunicativo.

8 Comentarios

  1. bydiox

    Me encanta el juego narrativo de HIMYM (lo comenté en mi blog hace un tiempo) y creo que por eso se ha convertido en mi sitcom favorita.No tengo la referencia al número del capítulo, pero en la última temporada hay un capítulo que empieza con un paraguas y un encontronazo que no hubiera tenido lugar si… si… si… Y el narrador (Ted del presente / futuro, depende del punto de vista) nos habla de todas las elecciones que hizo aquel día y que si hubiera cambiado alguna de ellas no se hubiera encontrado con dicha persona.P.D: Acabo de recordar que dejé de ver Scrubs precisamente en el capítulo del musical, no pude aguantarlo y decidí que ese sería el final de Scrubs para mí.

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  2. seriéfilo

    es que ahora se ha puesto muy de moda este tipo de narradores, y claro era muy cool al principio pero cuando lo hacen ya mas de veinti cinco series empieza a perder el encanto. Aunque claro saber llevarlo bien siempre es un punto a favor porque mira que no hay series que la fastidian con su narrador…

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  3. OsKar108

    Los 2 primeros ejemplos que pones me parecen realmente acertados, el de Arrested Development no digo que no lo sea, es que aún no he visto esta serie (aunque la tengo entre mis pendientes por muy buenas referencias que tengo sobre ella).Tanto Ted como J.D. son muybuenos contándonos sus historias xD.¡Saludos!

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  4. satrian

    Para mí ya han perdido la gracia de las primeras veces, pero como siempre no importa el recurso si está bien utilizado y sorprende, pero de momento son bastante repetitivos en las formas.

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  5. Un telespectador más

    Precisamente la magia de HIMYM es ese juego narrativo en el que Ted nos zamuye, gracias a esas idas y venidas se ha convertido en mi comedia favorita.Lo mismo se podría aplicar a Scrubs, ya que la gracia de la serie son las idas de olla del J.D con sus imaginaciones.Saludos!

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  6. Sunne

    a mi sobretodo en películas si me hablan con voz en off ya me tienen ganado, lo hicieron con el club de la lucha y con otras muchas.

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  7. Nahum

    BYDIOX: Creo que al que te refieres es el 4.21, uno de los últimos de esta última temporada. Una hábil trampa del narrador. SERIÉFILO, SATRIAN: Es una tendencia en toda regla. Pero bien usado creo que resulta muy efectivo. OSKAR: Arrested Development es una comedia muy curiosa y muy disparatada. Refrescante y original. Merece la pena darle una oportunidad. UN TELESPECTADOR MÁS: Por lo que dicen, Scrubs acaba cansando y las últimas temporadas son más flojas. Yo solo he visto dos temporadas enteras y luego capítulos sueltos doblados, en la tele convencional. SUNNE: ¡Joé, es que como nos metamos también en el cine, es un empezar y no parar! ¿Narradores tramposos? Me quedo con la malvada "Sospechosos habituales".

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