, archivado en Damages, Weeds

Ni las bicicletas son ya para el verano ni los eclipses deslumbran como en la infancia. La melancolía es lo único que queda de esos amigos que no he vuelto a ver. Quizá me esté haciendo mayor, pero las razones para abandonar una serie son cada vez más poderosas: repetición, aburrimiento, bajón de calidad, falta de tiempo, molestia.

No las echo de menos. No.

Weeds
No, aunque estén especializados en dobles vidas, no le tengo paquete a Showtime por ello. Ya saben que The Big C no me dice nada, pero Dexter ha tenido temporadas soberbias y voy terminando el tercer año de Nurse Jackie.

Ahora ya danza la séptima temporada de las desventuras de Nancy Botwin, esa madre. Sus fans la adoran; yo tuve bastante con la primera entrega. No me considero un tipo fácilmente impresionable (Deadwood está en mi top 5), pero reconozco que la de Jenji Kohan me parece la propuesta ideológicamente más demoledora de la televisión contemporánea. Su guión encerraba ideas interesantes, pero la cuestión de fondo me dejaba mal cuerpo y, sobre todo, me parecía forzado y falso todo ese “nihilismo fumeta“. Not my cup of tea.

Damages

Lo reitero: el primer año de Damages (Daños y perjuicios) es superior a cualquier temporada suelta de Lost. Un thriller adictivo, diseñado con tiralíneas y deliciosamente puñetero. Un drama legal que no pisaba ni un solo juzgado. Con principio y final. Glenn Close estaba inmensa para una trama capaz de sorprender en cada esquina. ¡Y vaya si lo hacía! ¿Qué pasó? Que el cuento de “Pedro y el lobo” tiene una vigencia muy limitada por definición. Cuando un mago pierde la capacidad de sorpresa, deja de tener gracia y el público se aburre. Y si el mago insiste en mantener el interés abusando de los conejos en la chistera, mal plan.

La tercera temporada me pareció tan flojita, que me despedí de Patty. FX también le dio puerta, conscientes de que no terminaba de adecuarse a su imagen de marca. Ahora, Direct TV -tras el éxito de las dos últimas temporadas de la estupenda Friday Night Lights– ha repescado Damages. El fichaje del siempre imponente John Goodman me tienta… ¡mucho! Pero esperaré. Si alguno siente que Damages recupera el esplendor de antaño, que avise. Hasta entonces, same old, same old.

[También hay amigos del cable con los que me llevo bien en verano, eh; si no me alcanza la vida para terminar hoy Treme, prometo escribir mañana sobre ellos una breve reseña].

——–

Cortesías (Jungla de cristal y Juego de tronos)

2 Comentarios

  1. seriéfilo

    !Ay! en tu sección están mis dos series favoritas de la actualidad. Y estoy deacuerdo contigo en casi todo lo que dices, pero a mi me siguen apasionando como el primer día.

    Responder
  2. Brian Edward Hyde

    Yo abandoné Weeds la temporada pasada, pero la he retomado por si es, como anuncian en todas partes, la última. Además, tiene buena pinta lo visto hasta ahora.The Big C es ahora mismo también de mis favoritas, por populista, lastimosa y fácil que sea. Toca emociones humanas muy básicas, y con eso me basta de momeno 😛

    Responder

Responder a Brian Edward Hyde Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *