, archivado en Breaking Bad

Como si fueran Las hilanderas de Velázquez, Breaking Bad ha jugado en varias ocasiones con una metáfora visual al fondo del cuadro. Un cuadro dentro del encuadre, para ser precisos.

bit by a dead bee paintingAquella melancólica despedida ante un padre de familia que se aleja de la orilla certificaba -empotrado en una mentirosa coartada allá por el “Bit by a Dead Bee” (2.3.) (*)- el adiós de Walter White y presagiaba el recorrido de toda la serie, el viaje del protagonista hacia la negrura. ¡Hacia el naufragio total! Se alejó tanto de la costa que ahora, cuando ansía volver, ya es demasiado tarde. ¡Ni su propio hijo le reconoce!

La pintura reaparecía en “Gliding All Over” (5.8.), cuando Walter conoce por primera vez a los esvásticos y les encarga que “liquiden” a todos los aliados de Mike en la prisión. La textura del cuadro aparece entonces oscurecida y Walter, extrañado tras mirarlo durante un rato, le pregunta al tío Jack si alguien guarda todos estos cuadros en algún almacén gigantesco. Más Heisenberg que nunca, incapaz de verse en ese espejo.

De hecho, una de los elementos más sorprendentes de esta quinta temporada es el premio constante al espectador fan. La cantidad de hilos que se asocian con temporadas anteriores hace del visionado de estos ocho capítulos una experiencia casi lostiana. Los blogs hierven en referencias visuales a episodios anteriores (los pantalones del piloto, la semana pasada, serían el paradigma), pequeños easter-eggs que actúan como piruleta para el fandom. Sin embargo, mucho más relevante que los detalles simbólicos/graciosos resulta la poderosa sensación de que todo el caudal -emocional y narrativo- acumulado durante cinco temporadas está recolectando sus frutos. El desolador “Granite State” (5.15.) lo ejemplifica con tiralíneas.

breaking-bad-granite-state-anna-gunn-600x418(Espoilers a partir de aquí)

Tras el vértigo de “Ozymandias“, el capítulo de anoche se afanó en recoger los añicos. Es curioso constatar cómo Breaking Bad está explorando todos los posibles finales, de modo que para la semana que viene solo les queda el más difícil todavía. ¡Hay que tener mucha confianza en el propio relato para atreverse con un doble tirabuzón que levante al público de sus butacas, sobre todo cuando ya sabes que has ganado el campeonato de calle! Gilligan y cía podían apostar por un final correcto, que siempre sería emocionante. Pero no. ¡Quieren reventar el casino! Veamos. La serie podría haber optado por la clausura épica -el bueno vence al malo- tras la voladura controlada de “Face Off” (4.13.). También podría haber bajado la persiana, al posmodernista estilo interruptus de Los Soprano, como apunta Poniewozik, con el lavabo de Hank; habría sido, incluso, un guiño al urinario de Duchamp que inauguró el “todo vale” del arte contemporáneo. Hace un par de capítulos, existía la posibilidad facilona -facilona dentro del universo de Breaking Bad– de optar por la lección moral y la salvaguarda de la justicia: Hank arresta a su cuñado y se convierte en un héroe; la ley prevalece, el mal paga, los inocentes (que quedan) se salvan. El mandibular final de “Ozymandias” recorría el último sendero que se bifurca (**): una victoria tan amarga que duele, una cárcel en vida. En esta ocasión, además, jugando con un infierno invertido que, irónicamente y en contraposición con el desierto de Albuquerque, es devastadoramente “bello”, como dice el hombre de las aspiradoras: las nieves de Nueva Inglaterra.

(**) Espoilers de The Shield en este párrafo. Como sabéis, mi querida obra maestra de Shawn Ryan ofrece el mejor final de una serie (su corona se tambalea estos días) y, en la mente de muchos espectadores, compite su agónica, salvaje, séptima temporada, con la brutal huida hacia adelante de Walter White y demás familia. Hay muchas concomitancias entre Vic Mackey y nuestro profesor de Química (antiheroísmo, coartada familiar, profesionalidad, racionalización moral, muerte de seres cercanos, etc.), por lo que la “muerte en vida” de Mackey parecía un final razonable para Walter. Justicia poética, un precio que pagar. Las últimas escenas de “Granite State” han confirmado que Gilligan quiere subir un escalón y mostrarnos el final de su protagonista, sin elipsis.

No. Mr. Lambert no acepta la ironía y preferirá arder en las llamas del infierno antes que morir lentamente, desquiciado por la soledad, la culpa y el hielo. ¿Por qué? Por el orgullo, la tecla que activó todo en primer lugar, como estudiamos en el paperCrime and Punishment“. Un Walter cansado, derrotado, escupido por su propio hijo, saca fuerzas de flaqueza cuando contempla, iracundo, a Gretchen y Elliott quitarle mérito. Una subtrama que apenas había asomado desde las dos primeras temporadas, se convierte ahora en el último motor para la venganza. Sembrar y recoger, venimos insistiendo en semejante caricia de escritura cada semana. Con un añadido: Walter White y las multitudes que le habitan ya no tienen nada que perder, como anunciaba el flashforward de la season premiere.

El cáncer tose y le consume (extraordinario el detalle del anillo, con todo lo que simboliza un anillo, claro), la soledad le aguijonea el alma, es el criminal más buscado de América, sus planes de venganza resultan grotescos e imposibles, su propio hijo le desea la muerte y tiene una pila de dinero que, a estas alturas, solo le serviría para avivar el fuego de su cabaña. Solo le queda una cosa, por poco tiempo además: su propia vida. Parece que Mr. White ejercerá de cordero sacrificial de su propia causa.

En este sentido, la remada más sugerente del capítulo -por compleja- enfila la proa del relato hacia el dilema moral que una y otra vez encara el espectador de la serie: ¿apostamos por Walter White? ¿Deseamos su victoria a pesar de la cantidad de sangre que ha derramado, de la imposible situación de penuria y vergüenza en la que ha dejado a su familia? La respuesta, con todas las astillas que queramos, es sí, sin dudarlo.

No, no se trata de “blanquear” al protagonista por un intento de sentirnos mejor con nosotros mismos, como argumentaba Zoller Seitz en Vulture. Mi opinión va, como es lógico, en la línea del ensayo que escribí para Jot Down en agosto: los creadores son muy astutos y conscientes de que la mejor forma de empatizar con alguien es convirtiéndolo en víctima. Y saben que, con un relato que está ya contra las cuerdas, esa ambigüedad es gasolina dramática que multiplicará el efecto emocional del último adiós. Si miramos atrás, Walter ha caído una y mil veces, pero jamás -jamás- le hemos visto tan derrotado como en New Hampshire. Todo su rollo malote de “se acaba cuando yo diga que se acaba” no funciona ya con Saul… porque el cachondo abogado sabe que lidia con un cadáver andante. Walt, el todopoderoso Heisenberg que lograba que los gánsters recitaran su nombre de rodillas, se nos muestra ahora cansado de andar más allá de una valla, desnutrido, terminal, impotente, miope, mendigando -en uno de los momentos más patéticos y dolorosos de toda la serie- una mísera hora de compañía por 10.000 dólares. “Un rey; dos reyes”, hasta una partida de cartas encierra simbolismos del naufragio.

Pero aún se puede retorcer más el cuchillo, ahora que ya está clavado. El último intento por redimirse -un nuevo y brillante plan- coagula conforme avanza la llamada y Flynn le da una ducha de realidad: “¡Mataste al tío Hank!”, cruzaste la última frontera. “¿Por qué estás todavía vivo? ¡Muérete ya!”. Ufff. A partir de ahí solo queda repetir el patrón: con un truco de guión algo forzado, la entrevista de la tele hará reemerger, por última vez, a Heisenberg de sus cenizas. En una secuencia visualmente deliciosa, suena la música extendida de los títulos de crédito. No es casualidad, sino otro guiño circular que enlaza, de forma explícita, con el título de la serie, ese “break bad” que se podría traducir por “echarse a perder”, “volverse malo”, “corromperse”.

La serie ha ido tapando todos los agujeros argumentales en esta inolvidable -cardíaca, cruel- quinta temporada. Ahora toca cerrar el círculo. Afrontar la metástasis moral y física. Con munición y ricino en las alforjas, Mr. Lambert ha regresado a casa. Su familia ya no le espera en la orilla. ¡Qué peligroso es un hombre que no tiene nada que perder!

Ni siquiera su alma.

————-

Otras consideraciones sobre el capítulo:

-Estupendo el trabajo de los guionistas para cubrir el gap temporal hasta los flashforwards del 5.1. y el 5.9 sin resultar forzados. Elíptico, sugerente y eficaz. No necesitamos saber más de cara a la semana que viene; sabemos hasta el porqué del modelo de gafas. Las visitas del señor de las aspiradoras actúan narrativamente en un doble sentido: nos permiten subrayar el paso del tiempo (haciendo referencia a visitas anteriores, que sabemos que ocurren cada mes) y también sirven para que Walter -y por extensión, nosotros- conozcamos las novedades de la familia White (bueno, Skyler ha recuperado su apellido de soltera).

-Por cierto, un detalle que se me ha escapado: ¿por qué Walter necesita cambiar de gafas?

Jesse, claro, hay que hablar de Jesse. ¡Qué personaje más apaleado! Desde que Walter White se cruzó en su camino, su vida -que no era muy fragante entonces- se ha ido convirtiendo en un erial, bajo el espejismo del éxito de un hombre de negocios. Bah, otro efecto de la corrupción moral y la violencia física que genera Mr. White -el cáncer que todo lo traga- a su alrededor. Al igual que ocurrió con Hank la semana pasada, los mamones de los guionistas flirtean con una salida… en falso. Puede que Andrea no fuera un personaje muy desarrollado, pero su asesinato a sangre fría es de los momentos más demoledores de la serie. Tanta crueldad abre la puerta a algo que jamás imaginé: una última colaboración entre Walter y Jesse.

-“Solo para que lo sepa, no es nada personal”. Pum. No es que Breaking Bad no haya exhibido violencia antes, pero toda esta sangría de los esvásticos tiene un punto de terror que la hace insoportable. Esta villanía XXL supone otro contrafuerte para justificar dramáticamente que nos pongamos del lado de Walter y su venganza.

-Y, aún así, los guionistas logran aportar cierta tridimensionalidad a villanos que, en otras manos, se quedarían en cartulina de cómic. El tío Jack tiene sus lealtades y su corazoncito, ya lo vimos la semana pasada (hoy de nuevo, al identificar los amoríos de Todd). Pero, sobre todos, brilla el siniestro personaje interpretado por Jesse Plemons. Esa camisa elegante, ese nerviosismo casi adolescente y, ay, ese plano general donde le vemos retirar una mota de la chaqueta de Lydia. Un tipo tan tarado -con tal disociación entre acción y empatía- que no consideró relevante contar, hace unas semanas, que el asalto al tren terminaba con él apretando el gatillo sobre un niño de doce años. Puagg. Luego ven ofreciendo helados, chaval.

-Por el tono de voz de su conversación con Skyler, cualquier diría que Todd está ofreciendo consuelo a una viuda, en lugar de estar amenazando a toda una familia. “Porque de verdad que no querría usted que volviéramos”, le dice mientras le pone la mano sobre el hombre. Ya sabemos, además, que la razón para abandonar la casa no nace solo de una cuestión legal.

-Lo peor de Lydia no es su desmedida ambición, sino su hipocresía: no le importan las violentas consecuencias de sus actos… mientras ella no las contemple. Ya lo demostró al pedir que le vendaran los ojos en el 5.10.; ahora vuelve a la carga pidiendo la cabeza de Skyler: “No sois la Western Union, Todd. No puede ser suficiente para vosotros simplemente mandar mensajes”. Ay, Lydia, si Mike hubiera compartido tus códigos en “Madrigal” (5.2.)…

-Los primeros minutos de Walter me han desconcertado, por esa obstinación en saltarse las reglas del vendedor de aspiradoras (una salida que, como él mismo sabe, es la única opción posible si quiere seguir con vida y fuera de prisión). Me ha enervado su insistencia en coronarse el sombrero y deshacer lo andado para volver a Albuquerque; el mustio “mañana” que musita junto a la valla me ha aliviado. En todo caso, tomando cierta distancia, y viendo su triste evolución personal durante el capítulo, el exceso inicial cuadra con el Walter patológicamente obsesivo que ya en el piloto se centraba en una mancha de mostaza mientras le anuncian su enfermedad; o con el Walter de “prontos” que lo mismo le hace acabar gaseado por un poli que disparar a Mike o secuestrar a Holly.

-Un par de sabrosos enlaces de esta última semana. Este ensayo de Van der Werff en Salon.com sobre por qué la mayoría de antihéroes que pueblan el cable son blancos y de mediana edad. Y esta imperdible entrevista de Vulture a Moira Walley-Beckett y Rian Johnson, los creadores del fascinante, inolvidable, crochet de la semana pasada. [Addenda: el delicioso póster minimalista de Francavillarts]

-Solo una breve escena de Marie. Suficiente. Glups.

Breaking Bad - 05x15 Marie

-Todos nos quedaríamos con esa misma cara tras ver el vídeo de acá abajo. Lo mejor de la miga emocional que ha ido amasando Breaking Bad es que ahora cualquier vídeo recopilatorio, por muchos recursos trillados que emplee, nos toca la fibra hasta doler de pena. ¡Despierta tal intensidad de recuerdos y emociones, nos recuerda tanta tragedia! Este último adiós a Hank, el personaje más admirable del relato y el que más ha sufrido por la puñetera ambición y orgullo de Walter Hartwell White, demanda kleenex. “Es mejor etiquetar árboles que perseguir monstruos”. Sniff. ¡Hasta siempre, agente Schrader!

-Una vez más, las canciones juegan con una lectura dramática. La extraordinaria promo de “Felina” se acompaña de la canción “Line of Fire”, de Junip. Estos versos: “Si te ponen a prueba, ¿te retirarías de la línea de fuego?” “En lo que decidas creer dictará tu ascenso o tu caída”. ¡¡Qué larga se va a hacer esta semana, demonios!!

http://www.youtube.com/watch?v=B3YsZPUi-Hg

 

27 Comentarios

  1. Mikel

    FE-LI-NA
    Parece que es un juego de palabras entre \”Finale\” y Blood meths tears (sangre, metanfetamina y lágrimas) con lo que tenemos varias pistas. Lydia tendrá un papel estelar y habrá mucho sufrimiento por el camino…Esperemos que la pulcra y cruel Lydia se lleve su merecido.

    De nuevo la metáfora del cáncer: ver morir lo que más quieres y no poder hacer absolutamente nada para impedirlo. Eso es lo que significa esa maldita enfermedad. La tortura en la que se encuentran Flynn, Marie, Skyler y Jesse es el inaceptable sufrimiento de la familia de un enfermo de cáncer. Coger de la mano a un esqueleto viviente y acompañarle en los últimos momentos, hablar con él/ella sabiendo que a ese maravilloso ser va a desaparecer sin remedio alguno. \”Estoy convencida -dice Grethen- que de ese maravillo y sensible ser ya nada queda\”. La brutalidad de la enfermedad, de la putrefacción del cuerpo, hecha frase. \”Ya nada queda\”….

    Flynn, escucha la voz de un fantasma, Jesse supera la barrera del dolor más abyecto, Marie busca un cadáver que enterrar, Skyler pierde la noción de la realidad, Saul pierde el humor…
    No hay posibilidad de redención. Todo se ha perdido. Estamos ante el inquebrantable último esfuerzo de un enfermo por levantarse de su lecho de muerte y mostrar a los demás que \”todo se puede arreglar\”. \”No te preocupes, cariño, todo está bien\”. \”No llames a la ambulancia, que me encuentro bien\”.
    Estamos ante el verdadero horror de aceptar lo inaceptable: que papá White ha muerto…y va a dejar un reguero de cadáveres por el camino.

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  2. Daniel

    Totalmente de acuerdo, de nuevo un buen análisis, que me ha hecho volver a disfrutar del episodio, y rumiarlo un poco más, Coincido contigo, Alberto, en que hay indicios de que nos podemos esperar una última alianza entre Walt y Jessee, solos, como al principio (ese es el final redondo, no otro). Aunque Jessee no pueda ofrecer mucho que digamos a esa alianza, en éste momento.

    Aunque la situación en que han quedado los dos héroes es tan precaria, que no se si en una hora va a dar tiempo a enderezar las cosas mínimamente.

    Walt ya no tiene ni aliados ni nada, ni perro que le ladre …. salvo los de la compañía esa, son vulnerables a la opinión pública, son dos pringados, le deben mucho, e incluso son el origen de todos sus males, no olvidemos que le robaron sus ideas y su trabajo, le pegaron la patada, y terminó trabajando de profesor y haciendo horas en un lavadero de coches. Ese es el círculo que el guionista debe cerrar, los hombres de Jack, son como los otros malos de la serie, aparecen, se desarrollan (hacen daño) y mueren, pero la némesis de Heisemberg son aquellos dos viejos colegas con los que fundó una empresa, porque sobre todas las cosas, antes que una oda a la familia, o nada parecido, la historia de Walt/Heisenberg es la historia de un ego herido.

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  3. marcbranches

    Capítulo que funciona como epílogo y como prólogo a la vez, este \”Granite State\” que provoca una enorme desazón, tanto por permitirnos observar en primer plano las cenizas de Walter como por cerciorarnos de que queda uno y no más. Qué triste es esa partida de cartas de 10000 dólares, qué desgarrador es ese \”Just die, dad!\” de Flynn (nunca más Walter jr., presumo), qué tierno es ese gesto del psicópata con la chaqueta de Lydia, qué perseverancia del destino para apalear inmisericordemente al bueno de Jesse. Qué sentido de la supervivencia tiene el orgullo de Walt: siempre, siempre, encuentra una rendija por la que volver a emerger, y esta vez ha sido la entrevista con los Schwartz.

    Y cómo recompensan las ficciones que plantan pacientemente para después recoger. Y qué cosecha nos ha dejado \”Breaking Bad\”, señores. Sólo le pido una cosa al sr. Gilligan para el final: que sea justo con Jesse. Hasta cierto punto, bienvenido sea el destino de los demás personajes. Pero un poco de aire para Jesse, por el amor de Dios.

    P.D.: ahora Todd es \”the one who knocks\”, ¿no?

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  4. ikerhuarte

    Dejémonos llevar. Aguantemos esta semana como podamos y deseemos que suceda lo que queramos. Por mi parte, espero y deseo lo peor para Todd, Jack y compañeros. Quiero, y aún no sé por qué, que la arpia de Lydia se salve y, aunque me duela, creo que Walt morirá. No sé cómo, pero creo que es lo que pide la serie. Eso sí, ojalá una última alianza Walt-Jesse y que arda Troya.

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  5. carlos risu

    Episodio cristalino (cristales rotos, ja, ja) como pocos, muy poco que añadir a primera vista, amigo:

    A) Lo de Andrea me ha dejado con las patas vueltas. ¿Era necesario? Nunca me he acabado de creer que Jesse sea realmente un chief (será cualquier cosa menos metódico y cuidadoso), pero lograr \”una pureza del 96%\” con esa traca encima…

    B) Solo una persona acostumbrada a tratar a otra como un idiota es capaz de balbucear lo que Walt gimotea por teléfono a \”su hijo\”. Walter no está en la realidad nunca más. SI aún nos cae bien es porque la realidad es mucho más salvaje de lo que ninguno imaginó jamás. Es humano, los nazis no.

    C) La definición de psicópata es, precisamente, la de ese ser humano que ha perdido la humanidad, la capacidad de empatizar. ¿Dan miedo o dan lástima? Imposible no relacionar ese final del artículo con el final de Dexter, ese tipo de series que puedes ver mientras plaanchas. Al final nos mató de aburrimiento. ¡Criminal!

    D) La sensación de amargura y abandono a lo largo del capítulo. Lydia, Todd, Skyler… todos. Te deja helado. Granite Sate pues. Un episodio para recordar lo que fuimos viendo esto, introspección. Me recuerda un cuento sufi: \”¿Qué es mejor, ser joven o ser viejo? Y el maestro le contesta al alumno: \”El viejo tiene menos tiempo por delante y más errores detrás\”.

    E) ¿Andrew Ross Sorkin? Ja, ja, ¡Pues te jodes, productor ejecutivo, el Emmy para él! Hasta en eso. Uf.

    F) Huell sigue esperando, no solo Marie. (Yy es leer eso y tirriar el alma como cuando rascas corcho. Igual te quedas de ver esto). Casi el final.

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  6. Andrew Ross Sorkin

    Impresionante capítulo, finísima reseña y, como siempre, enriquecedores y certeros comentarios.

    Me ha sorprendido mucho, pero me parece genial que recuperen el cabo de Gretchen y de Elliott, que son, como señala Daniel, la verdadera némesis de Heisenberg.

    ¿Y ahora contra quién lanzará su furia de ricino y balas, Mr. White?

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  7. Yefferson

    Lo mejor de lo mejor. Por algo su emmy. Y que arrechera que Bryan, ni Aaron hayan ganado en su categoría, hasta si el premio se lo llevara Mike, estaría bien. Tengo un duda, Breaking Bad estaría en los próximos emmys?, digo porque solo reconocieron el trabajo hecho hasta la primera parte de la 5ta temporada, lo que me dice que en la próxima edición debería premiarse la segunda parte, que alguien me diga si es correcto. o ya no veremos esta aclamada serie en los premios?

    En este capitulo lo que se hizo fué cargar un cañón con mierda y dispararlo hacia el cielo con 90° de inclinación.

    En el capítulo que viene sera toda la mierda cayendo \”literalmente\”

    Lo que se viene es Walter&Jesse de nuevo, para matar a los nazzis.

    A Walter ya no le importa si Jesse muere o vive, el sabe que ambos están muertos, el peo estará en que Jesse acepte, dado que no tiene nada que perder ya, creo que si lo hará.

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  8. Jorge

    Otra curiosidad del episodio fue el guiño/broma a \”Nebraska\”, peli de Alexander Payne en la que interviene Bob Odenkirk alias \”Better Call Saul\”.

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  9. Chema

    Genial resumen Alberto. A mi me ha parecido un capitulazo, me ha echo llevar las manos a la cabeza un par de veces….

    La promo del último, con esa canción, es … no hay palabras. Pelos de punta.

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  10. yonomeaburo

    Encerrados todos los personajes buscando la libertad del título del prime episodio de la temporada.

    El tarantiniano Robert Forster, el señor X, los planos 70s, el cartel \”no shirt, no shoes, no service\”. Si hubiese ido en calzoncillos hubieran servido a Walter.

    Los calzoncillos, de nuevo, ahora de tiro largo.

    El guiño al helado Ben & Jerry\’s como el que hicieron de coña con la serie.

    ¿Qué pasa con Brock? Jesse sobrevivirá para cuidarle. Se lo merecen. El final me lo imagino como el de Scarface. Walter muere, ése ha sido su último trago de Dimple Pinch, el trago de la victoria que siempre escondía en el cajón de la cocina. hay ciertos paralelismos con el final de Dexter.

    Esto y más:
    yonomeaburro.blogspot.com.es/2013/09/breaking-bad-515-granite-state-mister-magorium.html

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  11. @pixelwoman

    Excelente análisis como siempre! Y qué capítulo, dios mío, esto ya va para arriba sin freno.

    * ¿Por qué necesitaba Walter gafas nuevas?

    Para poder ponerse gafas negras y completar su transformación, absoluta e irreversible, a Heisenberg, que siempre ha estado asociado con el negro. El sombrero, por ejemplo.
    Cuando hace cosas \”buenas\”, como devolver a Holly, lleva una chaqueta blanca y aparece el rey blanco en pantalla.
    Dos reyes, dos colores. El gris es el resultado de la mezcla que hay dentro de él, el negro de Heisenberg y el blanco de Walter White.

    * Fíjate que que yo siempre he pensado que Jesse es un personaje que necesita evolucionar -no lo ha hecho en toda la serie- y sacar él también al \”malo\” que lleva dentro. Tal vez el asesinato de Andrea a sangre fría sea su motor. Pero para mí la transformación de Jesse tendría lugar solo si se carga a Heisenberg. Vamos a ver con qué nos sorprende Vince Gilligan.

    -Me encantan los detallitos de Gilligan. Mientras Walter se toma su whisky en el partido que suena de fondo en la tele dicen cinco o seis vecer: \”turn over\” \”turn over\”, es decir, dar la vuelta. Además, en el fútbol americano, es la expresión que se usa para indicar que se pasa de la defensa al ataque. Lo veía y pensaba: aquí viene algo gordo! 🙂

    Y sí que viene, y no solo el final del episodio, sino el de la serie, All hail the king! 🙂

    Responder
  12. Eli

    Este capitulo fue doloroso hasta mas ver. Yo es que a pensar de su corrupcion, Walter-Heisenberg le deseo lo mejor. Como los que dicen arriba Jesse tiene que sobrevivir para cuidar a Brock. Yo ya me estoy imaginando el final. Los dos chicos de la blue meth juntos de nuevo, lo presiento.

    excelente análisis by the way.

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  13. String

    Lo de las gafas creo se debe a la quimio o a los esteroides y sus efectos secundarios que pueden ser las cataratas.

    Saludos.

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  14. Carnivex

    Magnifica reseña, como siempre. Tras esa mirada de pura rabia hacia la televisión al final del episodio acudió a mi mente un fragmento de Un cuchillo en la mirada, de Jim Thompson: \”Dentro de cada hombre hay algo que le hace seguir adelante, aun cuando no tenga ya ninguna razón para ello. Él no es bueno para la vida ni la vida lo es para él, y él sabe que siempre será así, pero de todos modos no la puede dejar. Algo le mantiene, empujándole, susurrándole, haciéndole esperar de cara a la desesperanza. Le hace creer que existe una razón para que se quede allí y empuje; y que si lucha lo suficiente, dará con ella, la encontrará.\”
    ¡Haz saltar todo por los aires, Walt!

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  15. Ricard

    Excelente reseña, como siempre. Tan solo comentar que lo de las gafas nuevas puede ser que le haya subido la graduación. Creo que es algo habitual.

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  16. Mauro

    Mis felicitaciones Alberto por esta excelente serie de comentarios, à la altura de este tremendo final.

    Lo que mas me fascina de esta temporada es la confianza absoluta que tienen en cada movimiento. No hay ni una sola duda en ninguna de las decisiones que toman (esto fue asi desde el principio) y ver que todo encaja en su lugar con semejante perfección y aparante simplicidad despues de 5 años es un espectaculo demoledor.

    Recuperar a Elliot y Gretchen fue un movimiento muy intelligente que no me esperaba para nada, sin duda una de las motivaciones mas fuertes del personaje y que fue la gota que colmo el vaso.

    Otro punto fuerte de esta temporada que vale la pena destacar son los neo-nazis. Es increible como consiguieron superar en magnitud de violencia a Gus y el Cartel. Solo Breaking Bad se puede permitir crear villanos tan potentes e interesantes al final y que encajen tan bien en el universo de la serie.

    Lo que me vuelve loco para el final es la cantidad de piezas en juego que quedan. El enfrentamiento Walter/Nazis y el reencuentro Walter/Jesse parecen inevitables, pero cual es el papel de Lydia, Skyler, Marie, el veneno… Y la DEA?

    Este final a mi tambien me trae buenos recuerdos de esa trepidante ultima temporada de The Shield (para mi tambien el final mas redondo que tuvo una serie hasta la fecha), y todo apunta a que Breaking Bad le va a quitar el trono en mi corazon.

    @pixelwoman: Mira cualquier episodio de las 2 primeras temporadas y dime si Jesse no ha evolucionado. El empezo como el \”malo\” (el era el principal cocinero de metanfetamina en Albuquerque entonces) y le sacaron el bueno que llevaba dentro à la fuerza.

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  17. Daniel

    Hombre, el papel de Skyler ahora es el Dama en Apuros (clásico tema de la Damsel in distress). Lo convencional sería que Walter la rescatara de Lydia y los Nazis, aunque Skyler no quiera saber nada de él, pero … eso sería tan fácil.

    Y el resto de la familia, pues \”mal, gracias\”. Aunque se salven de las amenazas de Lydia, pues ya despídete. Su papel solo puede ser el de víctimas de los malos.

    Lo que si tengo seguro es que esos minutos en televisión de los papanatas Elliott y Gretchen les van a costar bastante caros, de momento son los únicos personajes que se han ido de rositas. Gretchen no olvidemos que es una ex de Walt, o sea, que Elliott le robó la chica, la idea y la empresa. ¿como era eso? El nombre de la empresa era una mezcla entre los apellidos de Walter y Elliott, Blanco por parte de Walter White y Negro por Elliott Schwartz. Pues va a ser que no, ahora el \”sombrero negro\” lo lleva Walter.

    Por cierto, he estado repasando la temporada 1, en la que aparece el hermano de Jessee, es ahí donde los guionistas nos presentan su lado bueno, de hermano mayor protector, que llama la atención en alguien que no había hecho nada bueno por nadie hasta ese momento.

    No olvidemos que quien señala a Andrea a los Nazis es el propio Walter. O sea, que las cuentas entre Jessee y Walter no están ni medio saldadas.

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  18. @pixelwoman

    @Mauro: Jesse siempre ha sido un adicto y ha cocinado meta y incluso creo recordar que alguna vez ha robado, sí… pero sin hacer daño a nadie, preocupándose por los indefensos, escandalizándose cuando alguien de ese mundillo se mostraba despiadado. Creo que él siempre se ha mantenido dentro de los mismos límites morales, del principio al final. NO recuerdo ahora mismo alguna vez en la que no se haya comportado, en el fondo, como el pepito grillo de Walter.

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  19. Richard

    Un capítulo que es set-up, pero que además e sun gran capítulo per se. Cómo me huviera gustado ver más d eun capítulo de las aventuras de Walt en New Hampshire con el Señor Robert Foster (gran pieza de casting), es más, toda una tmeproada de Walt sólo combatiendo el frío en el Estado de Granito. Esa cabeza de alce con el suero de la quimio y el sombrero d eheisenberg en el otro lado, es dolorosísimo. Y quién iba pensar que traerían Grey Matter de vuelta al ruedo, una delicia esto que hacne Gilligan y Co. y que llega a su finale ste domingo U_U

    Nuestro podcast con reviews de To\’hajiilee, Ozymandia sy granite State: http://www.ivoox.com/stream-mato-al-cable-15-audios-mp3_rf_2394243_1.html

    Richard

    Responder
  20. Daniel

    Yo creo que nos dejan entrever que en ¿New Hampshire? no ha pasado nada, Walt leyendo pilas de periódicos sobre como va la investigación sobre él, y poco mas. Y me parece que igual el cambio de graduación de gafas tiene mas que ver con las consecuencias de que su vista se ha adaptado a estar muchos meses encerrado entre cuatro paredes.

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