, archivado en American Horror Story

Para la televisión, lo mejor de la horterada de Halloween son los capítulos especiales. Ansia por ver hoy los de Supernatural y Community, por encima de todo. Las calabazas con truco también nos dan la hora perfecta para repasar uno de los estrenos más esperados: American Horror Story.

Primero, la tirita: American Horror Story es una marcianada. Excesiva, frenética, onírica y delirante. No hay por dónde meterle mano.

Segundo, el órdago: American Horror Story va a petarlo. Será un exitazo. Y eso que carece de zona de confort: los fans serán ultras; los detractores, ultras también.

Tercero, la confesión: American Horror Story, pasado el vómito lisérgico de las primeras curvas, propone un viaje fascinante. Me está gustando mucho, ¡¡a mí, que soy un realista de orden!!

Tras el shock del primer capítulo, la emparenté mentalmente con True Blood, aquella serie a la que le regalé demasiado espacio y tiempo. Sí, sí, por aquello de que ambas se afanan en darle un revolcón posmoderno (esto es, autoconsciente, manierista e irónico) al género del terror. Allá, el subgénero de vampiros; acá el sub-sub género de casas encantadas. La diferencia es que la serie de Brad Falchuk y Ryan Murphy no te está mirando todo el rato por encima del hombro…

Vale, Sookie, no te me enfades. Mi mujer y yo nos sentíamos en el piloto de American Horror Story con la sensación de que alguien, con cámara oculta, nos estaba tomando el pelo. Logramos terminarlo. “La FX, una casa seria, y corretean Connie Briton y Jessica Lange, damas respetables”, nos mentimos. En realidad, engullimos el piloto porque el grado de desfachatez de la propuesta enganchaba una barbaridad, aunque fuera a base de repetir qué-mierda-es-estoqué-mierda-es-esto. Ah, y por la imaginería visual, tan potente. Los brillantes créditos apestan a muerte tierna y locura quemada:

http://www.youtube.com/watch?v=sPeu7MYlPYc

Entre mandibulazos, yo me afanaba en adivinar referentes: melodías conocidas de clásicos del terror (machacona ésta del Drácula de Coppola, por cierto), ese embarazo a lo Rosemary de Polanski, la obsesiva relación materno-filial de la Lange, con ecos de Carrie, o esa misma hijita con un visionario síndrome de Down que la emparenta con la malsana Riget, de Von Trier. Por no citar las decenas de reflejos de películas con casas encantadas y sótanos malditos…

En American Horror Story los referentes asoman en tropel por medio de un reciclaje enfermizo, caótico, donde la historia se subordina a la viñeta: un flashback sin sentido hacia un Dr. Frankenstein de bebés, una surrealista referencia a la muerte de Sal Mineo, ensoñaciones y pesadillas envueltas en celofán sangrante y otras moderneces Lynch/Cronenberg.

Y, sin embargo, el despendole funciona.

Para empezar, porque, cuando van en serio -en la apertura de cada capítulo-, el manejo del terror resulta impecable. Hiela la sangre. Además, enredan con trucos clásicos (sonidos inesperados, músicas estridentes, puntos de vista que nos hacen saber más que los personajes), se sacan espeluznantes conejos de la chistera y, como ocurre en el cuarto capítulo, saben propinar una buena bofetada con el cliffhanger.

De acuerdo con que el insípido de Dylan McDermott es el eslabón débil, pero el resto del reparto está para mojar pan. Jessica Lange, con su porte aristocrático, hace de cougar maniática e histriónica; Frances Conroy simplemente varía su desquiciado papel de Six Feet Under, añadiéndole esa melancolía de los muertos vivientes; Dennis O’Hare anda simpático con media cara y, uy, qué inquietante es el chuloputas de Tate (Evan Peters).

Con solventes actores y toda esa fanfarria genérica, poco a poco la historia se va enhebrando y los retazos de la mansión encantada van reapareciendo para dibujar un angustioso puzzle donde los fantasmas regresan a casa. Overbooking en la mansión. Lo típico… pasado por el centrifugado de los creadores de Nip/Tuck y Glee. Es decir, por un viaje alucinado donde el “no puede ser” NO es una opción válida. Todo puede ser y, cuanto más chocante, mejor.

Aún es pronto para valorar el alcance de la entretenida American Horror Story. Preveo éxito, pero no de muy largo recorrido. Son las limitaciones del “estilo Murphy”: que su exceso mola, pero lleva fecha de caducidad.

30 Comentarios

  1. probertoj

    En el fondo, es muy típica, pero ahí está el disfrute, en que se desmelena como sólo en su género podría hacerlo. Como comentábamos en VT: es una peli de miedo de los 80 (cuando a la vez que había llegado el slasher ya se miraba al pasado como si no se pudiera superar, con cierto choteo), pero hecha televisión loca por una FX que al final, y le ha costado, ya saca estilo propio.

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  2. MissMacguffin

    Como bien dice probertoj, es una peli de terror de los 80 llena de referencias y humor peculiar. No es de mi estilo, pero desde luego, es muy efectiva. Y Jessica Lange se sale.

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  3. probertoj

    Eso sí, yo más que \”Horror y LSD\” lo veo como \”Horror y porros\”. American Horror History es una gamberrada muy juvenil, pero bastante poco lisérgica. Las ensoñaciones son muy superficiales y muy de reír… Y de Trier lo emparento con la chunga \’Anticristo\’: a poco que resbale en lo pretencioso, se va por el mismo camino, así que mejor que se mantenga gamberra.

    Lo que no me queda muy claro es si a ti, Alberto, el Cronenberg que da miedo te va o no te va. O mejor dicho, si el Cronenberg de Horror (porque miedo da hasta en Madame Butterfly)…

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  4. Jose

    Creo que esta serie es todo un acierto, sobre todo porque, aunque aparentemente no se parece a lo que ha hecho Ryan Murphy, si miramos con algo más de detalle descubrimos que sí, hay muchos puntos en común. Otro acierto es un casting excepcional y un ritmo frenético: en cada episodio suceden mil cosas, pero todo tiene sentido. Al contrario que True Blood, aquí se nota que la construcción de la historia es sólida, si bien no dará para más de una temporada (o puede acabar todo como el rosario de la aurora y que llegue una nueva familia a la casa). En cualquier caso, se nota que los responsables conocen bien el género y sus referentes.
    Un soplo de aire fresco en una temporada donde sólo destacaban las comedias 🙂

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  5. Luissss

    Pregunte por ella hace varios días y me alegra haber tenido respuestas 😉

    Tengo los tres primeros capítulos para verlos en breve, así que ya comentaré. Lo posmoderno bien hecho me tira mucho (será por edad), y esos ecos polanskianos, lynchianos o cronenbergianos (el canadiense es de los tres o cuatro mejores directores de los últimos 30 años) me anima mucho a verla. Al igual que probertoj, me gustaría saber qué opinas del horror orgánico de Cronenberg, jeje. A mí me chifla, especialmente por los innumerables subtextos que aporta. Saludos.

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  6. watanabe

    Por delante de cosas más serias y mejor acabadas, mi estreno favorito. Qué bien me lo estoy pasando, pasando miedito en la tele. Ya era Hora.

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  7. Alberto Nahum

    PROBERTOJ: Tenía que haberos releído en Vaya Tele antes de escribir. ¡Es que vais muy rápidos! Hasta he llegado tarde al estupendo artículo de Mr. McGuffin en su blog… En lo que discrepo es en lo de FX y el estilo propio. Lo fundó con The Shield y lo ha mantenido. Al revés: creo que ha titubeado en los tres últimos años, con propuestas como Damages o ésta.

    McGUFFIN: Yo tampoco pensaba que era mi estilo. Y ahora estoy bastante enganchado.

    PROBERTOJ: No quería repetir mi paralelismo con los porros, que ya lo hice al hablar de Wilfred. De todas maneras, no soy tan experto como para entrar en detalles. Buen apunte. Yo hablaba de lisérgico por las alucinaciones del piloto, que son muchas. No sabría especificar más. ¿Cronenberg? No he visto toda su primera etapa, pero reconozco que las suyas que más me gustan son las de Viggo Mortensen recientes (¡soy un realista, recuerda!). Tengo buen recuerdo (pese a que son asquerosas) de \”La mosca\”, \”Existenz\” y de una ida de olla rarísima, muy bestia, que se llamaba Cromosoma 3 o algo así (\”The Brood\” en inglés). Me gusta, pero no deja de ser un modernete, eso también. Igual con Lynch.

    JOSE: Apuntaba McGuffin en su blog que las temporadas son autoconclusivas. Que en una hipótetica segunda temporada vendrá otra familia. Y eso sí que sería un acierto.

    ENES: 🙂

    LUISSS: Como le decía a Proberto, los subtextos se me atragantan cuando la cosa es muy, muy asquerosa. Recuerdo ver Crash en segundo de carrera y, joer, me pareció una excusa para provocar… y pocas ganas de volver a verla. Ahora, sin embargo, me encantaría volver a ella con otros ojos.

    WATANABE: Eso es lo que me ha sorprendido a mí mismo: que es endiabladamente entretenida.

    MIKEL: Visto. Hoy haré una pequeña referencia. El de Supernatural, sin embargo, un tostón.

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  8. probertoj

    ¡Eres un realista y un clásico(te)! 😛

    Lo de \’Crash\’ y la excusa para provocar quizás no sólo era por Cronenberg, sino también por Ballard. Yo creo que si \’Cromosoma 13\’ te va, al resto puedes entrar, pero, claro, es la \”nueva carne\” 🙂

    En todo caso, \’Inseparables\’ es un must y \’Scanners\’, divertidísima.

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  9. Luissss

    \’Crash\’ sólo provoca al que se deja provocar 😉 Es puro Cronenberg, quizá el más puro, también el más abstracto… Cuando has visto gran parte de su filmografía te das cuenta de que es bastante coherente con los discursos que ha esgrimido durante toda su carreta. En fin, una obra maestra.

    Cambiando de tema, he visto el piloto de \’American Horror Story\’ y me ha gustado. Ese desfase, esa muestra desvergonzada de sus referentes, esos trucos que todos nos sabemos pero que los emplean muy bien… Tiene buena pinta, esperemos que mantenga el nivel.

    También he visto los dos primeros capítulos de \’Boardwalk Empire\’, y me han parecido bastante mejores que los dos primeros de la cuarta de \’Breaking Bad\’ =p Me alegra ver que hayan puesto pronto las cartas sobre la mesa en la traición de la \”troupé\” a Nucky. Cojonuda. Saludos.

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  10. herb_b

    Pese a lo topico de todo en esta serie, creo que hay algo que la hace unica, y es su nivel de exceso, que podria facilmente ser su mayor defecto, pero que resulta que es gran parte de lo que la hace funcionar: esto mas que una casa encantada, son como veinte casas encantadas juntas, y dificilmente ninguna pelicula pudiera jugar a eso, ya que para llegar a esa entretenida acumulacion que nos da la serie, y despues formar con ello un todo, no daria con un par de horas. El resultado es que somos muchos los que hemos pensado en algun momento que esto era una aberracion sin pies ni cabeza… pero tambien somos unos cuantos los que a pesar de ello, hemos seguido con un capitulo mas, y tras unos cuantos, nos hemos sorprendido de lo bien que lo estabamos pasando.

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