, archivado en Fringe

Tras el amor de verano que me supuso la primera temporada, el segundo año de Fringe la ha consolidado como una serie imprescindible. ¡Qué nervio tiene! Ahora que la sexta entrega de Supernatural ha comenzado tan titubeante y ha cambiado de día, Fringe pasa a ocupar su lugar en nuestras noches de los viernes. Porque la trama ha desembocado, sin anestesia, en el punto cero: “¿Quién coño somos?”

 

 

(A partir de aquí, detalles de todo el argumento). Un primer acierto de la segunda temporada fue el de recortar los capítulos. Ganó en agilidad y perdió en codas. Pero, sobre todo, el mayor tino fue mantener la armonía entre casos autoconclusivos y pequeños elementos que, en cada capítulo, iban añadiendo salientes a la historia de fondo. El pasmo del vibrante inicio con el “accidente de coche” de Olivia (2.1.), la ampliación de la mitología de los Observadores (2.8.) e, incluso, esa broma pesada del capítulo perdido (2.11.) se engarzaban sin fisuras en una trama que avanzaba con el motor en cuarta, midiendo las distancias y cogiendo las curvas con cautela. Hasta que, ¡zas!, llegó imponente el 2.15., con los insolitos sucesos de Jacksonville, y puso la serie a mil revoluciones.

 

Creo no exagerar cuando digo que la tanda de capítulos posteriores a “Jacksonville” me parece de los mejores tramos de la ficción televisiva contemporánea. Los creadores consiguen meter al espectador en la cocina y hacerle partícipe (cómplice, mejor) del juego: los medidos requiebros de la trama, la kafkiana extrañeza de los personajes, la bisagra de espejos con el otro lado…

A diferencia de la circularidad argumental de Lost, donde la trama daba vueltas sobre sí misma escondiendo el misterio, Fringe ha optado por la linealidad. Ofrece respuestas, aunque tengan dos versiones: la real y la paralela. Cada capítulo cierra una puerta para abrir otra, de modo que los enigmas no se estiran hasta el infinito, sino que se dan el testigo. Así, el último tercio de la serie nos condujo a 1985 (donde se estrenaba Regreso al futuro¡con Eric Stoltz!), catapultó a los personajes al universo alternativo, aclaró las fuerzas de William Bell y hasta presentó a Walternate como villano. Ah, con el regalo de ese magnífico episodio especial (tejiendo contenido y estética de forma deliciosamente naif) de “Betty Brown” (2.20):

Como escribe Carlos Reviriego (una excelente noticia su nuevo blog en “El Cultural“), todo esto es posible porque Fringe no es solo un artefacto narrativo o genérico sofisticado (como The Event o FlashForward), sino que ostenta ese sello tan Abrams de conseguir que la fuerza dramática se alimente, sobre todo, de los personajes. Nos interesa Fringe por Massive Dynamics, por la perplejidad del universo alternativo y por el Observador, sí; pero principalmente nos cautiva porque sufrimos con Peter, nos apenamos con Walter y necesitamos conocer qué demonios esconde la identidad de Olivia. Por eso, paradójicamente, conforme la trama avanza, se complica y aventa respuestas, Fringe también se hace más simple, regresando a los orígenes, a las preguntas primeras, tan clásicas de la ciencia ficción: quiénes somos, de dónde venimos, qué nos hace humanos… y en qué lado del espejo estamos.

Ahora, tras el 3.1. (“Olivia”), están todos los naipes sobre el tapete y toca jugar al mus para adivinar quién va de farol y cuánto arriesga cada uno en este órdago. ¿El rival? Tu espejo, el otro lado.

 

(Fuente: Scifimafia.com)

 

Así, Fringe ha destapado un subgénero: el de espías paranormales, donde los personajes tienen la identidad escindida y se sabotean a sí mismos. Ay, ¡esos siniestros implantes en la Olivia del universo paralelo!

Ya nada es lo que parece. Se diluyen las certezas; se emborrona la identidad.

Y lo más aterrador es que ni siquiera el yo es un refugio seguro.

————
Cortesías (Series a la parrilla y The IT Crowd)

15 Comentarios

  1. MacGuffin

    Como bien dices, todo esto puede hacerlo porque logra construir unos personajes que, al principio, no acababan de decir nada, y entre los que sobresalía mucho Walter. Pero lo bueno de las series que son entes vivos, y Fringe ha crecido muy bien.Y sí, hasta los capítulos autoconclusivos están mejor. Pero como me recuerdan a los mejores momentos de Expediente X (Johari window sobre todo), pues me lo paso en grande.

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  2. satrian

    A mí lo que me tortura es que en el otro lado siguen echando "El Ala Oeste de la Casa Blanca" no es justo.Sigue pareciéndome una gran serie, aunque la audiencia sigue renegando de ella demasiada ciencia ficción para ellos.

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  3. Rubén

    Y ¿qué te pareció White Tulip (2.18), Nahum? Para mí es uno de los mejores guiones de ciencia ficción que se han escrito en años y con un duelo protagónico que me dejó sin respiración: Peter Weler (a.k.a. Robocob) vs. John Noble.Saludos,Rubén

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  4. Oscar

    Mira que me gusta Fringe, y hasta los capitulos se me pasan volando, pero que me digan a mi que el 'caso' del 3×02 tiene mucha 'chicha' porque fue hasta un pelín previsible. Eso sí, amo a AltOlivia!

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  5. Nahum

    MACGUFFIN: Precisamente por eso yo no enganché al inicio, supongo. Y el momento que me convenció del todo fue ver a Walter llorando ante metraje antiguo. Tengo que revisar Expediente X, desde el inicio, en orden y VOS. SATRIAN: Y ponen un musical que se llama Dogs, en vez de Cats, jeje. ¿Sabes qué audiencia hace? Parece sólida en FOX, ¿no?RUBÉN: Un episodio brillante. Ese recomienzo de todo, uf, muy buen capítulo. Trágico, eso también.

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  6. DENISFINDER

    Yo creo que Fringe es junto a Dexter (el Season Premier de Dexter es una auténtica maravilla de angustia psicológica) lo mejor que hay en emisión, a la espera por supuesto de Breaking Bad, y por la misma razón en las tres series, los personajes, también los secundarios, han evolucionado mucho desde el inicio, y los tres protagonistas (Dexter, Olivia y Mr. White) comparten muchos rasgos de héroe trágico y atormentado, cada uno por sus propias razones. Para mí los mejores ejemplos de este tipo de personaje son los protagonistas de las novelas de Mika Waltari, y este tipo de personaje en una serie con un guión trabajado, creo que es un seguro de éxito. También tengo la sensación, tras ver el 3×02 de que no podrán hacer muchos episodios autoconclusivos esta temporada y se tendrán que centrar en la trama central, ya que no pueden abusar de la infiltración de AltOlivia sin caer en situaciones ridículas y sin parecer tan tontos como los miembros de la UAT que no son Jack Bauer.Muchísmas gracias por tu blog.

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  7. Nahum

    OSCAR: Yo prefiero la Olivia original, je. DENISFINDER: Uniría a tu triunvirato a "In Treatment" y "Mad Men", qeu está teniendo una cuarta temporada soberbia. Y sobre los autoconclusivos, bueno, tienen algunos buenísimos. Aunque sí es cierto que conforme la trama de fondo crece, parece que le pedimos más. P.D. Por cierto, tu blog nació… y murió, ¿no? ¿O sigues con él?

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  8. DENISFINDER

    Me acabas de dar una grandísima alegría enterándome que alguien como tú llegó a leer mi blog…., la verdad es que lo dejé enseguida por falta de tiempo y porque no supe como publicitarlo, mi única intención era compartir algo de mi afición por las series y como nunca había comentarios y la verdad es que Blogs de series hay muchos y mejores, tan sólo hay que ver el tuyo o lo que tienes en el marco de la derecha, lo dejé, pero voy a intentar escribir de nuevo y con maás frecuencia ; )En cuanto a Mad Men sigo estancado tras la segunda temporada y es que tanto a mi mujer como a mí se nos hizo pesada y no la hemos vuelto a retomar. Muchas Gracias y un saludo muy fuerte

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  9. OsKar108

    Una gran serie que sigue creciendo capítulo a capítulo, y como muy bien apuntas, lo que la diferencia de otras series con "aires de grandeza" sin duda es que logra que sus personajes/TODOS) te interesen mucho (quizá eso pudiese ser la razón de unos primeros capítulos un pelín más fríos, ¿excesiva dependencia de Walter para con el espectador?). Yo la disfruto como la que más, y eso que hay unas cuantas en emisión actual que me parecen joyas (Dexter y SoA actualmente, cuando regresen, Treme y Breaking Bad, o lo que apunta Boardwalk Empire, vamos mucha y buena diversión (y alguna más que o no sigo o me olvido).¡Saludos!

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  10. Kobol

    Gracias por linkar el blog de Carlos Reviriego, ha sido un fantástico descubrimiento para mi 😉 Fringe fue la mejor serie del año pasado sin ninguna duda, y amar a dos Olivias complica la cosa xDOtra cosa, no se si estás siguiendo Outlaw, en principio era uno de los pilotos que no iba a ver pero al darme cuenta que estaba Carly Pope (uno de mis mitos de niño-adolescente) le eché un vistazo. El primer episodio no está mal, pero el segundo me encantó, se centra en un caso en Arizona por la ley del odio -la famosa ley antiinmigración-. Se trata el tema sin ningún complejo, huyendo de lo políticamente correcto, nada de tópicos y lanza unas puyas bastante considerables a Washington. Si te apetece verlo me gustaría saber tu opinión (si te lees el argumento de la serie no es necesario ver el piloto)No creo que la serie vaya a ser del otro mundo, pero me molestaría dejar de verla y que de vez en cuando se soltasen un episodio con tanta chicha.

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  11. Nahum

    OSKAR: Si, sin duda, está a la altura de las grandes de ahora mismo. Y eso qeu le costó arrancar, leñe. KOBOL: No tenía mucha gana de ponerme con Outlaw, pero visto el éxito de los estrenos que escogí (ya me han cancelado dos), quizá me ponga. El que citas sobre la Ley de Arizona suena muy, pero que muy interesante. Sabes que también me gustan esos temas, sobre todo si se apartan del tópico buenista. Grazie por la sugerencia.

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  12. Anonymous

    Querido Nahum:Mañana escribo sobre 'Fringe', todavía sobrecogido por el último capítulo, 'The abducted', y espantado por el nuevo cambio de día, que anticipa posible cancelación. Quizás no puedo perdonarle a 'Fringe' sus titubeantes comienzos y sus altibajos, y por ello no la metería en el Masters (aunque está haciendo grandes méritos para redimirse y entrar), pero ahora mismo es un producto excelente. Sí, 'Fringe' es un Murray o un Djokovic que están a altísimo nivel y pueden hacer partidos antológicos, pero aún están lejos de Nadal y Federer (en el caso que nos ocupa, Breaking Bad y Mad Men). Saludos cordiales, Hyde

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