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No por ser tópico es menos cierto: FlashForward ha sido el gran bluff de las series estrenadas esta temporada. Sobre todo porque sus expectativas (y su munición promocional) eran altísimas; nada acordes con un resultado aturullado y remendón… con el añadido de que sus creadores han ido mendigando una prórroga que, lógicamente, no se ha producido. Por eso FlashForward es uno de los mejores ejemplos de cómo estirar un relato acarrea consecuencias funestas para la trama. ¡Cuánto hay que aprender de los británicos (y de Aristóteles)!

(A partir de aquí, detalles de toda la serie)
Recuerdo que el piloto me gustó. Sí me parecía un argumento interesante, donde se explotaba la tensión narrativa de las paradojas temporales y el juego de la profecía autocumplida. Incluso los propios personajes de FlashForward citaron el relato fundacional -el mito de Edipo– en uno de los últimos capítulos. En Sófocles, el protagonista consuma la tragedia al intentar evitar, precisamente, el augurio anunciada por el Oráculo de Delfos. Ésa ha sido, pues, la semilla para la historia de Mark Benford. Pero, desde luego, ha carecido de la fuerza de otras relecturas.

 

 

Porque la serie de Goyer y Braga ha exhibido debilidades en todos los órdenes. Desde el punto de vista dramático varios de sus personajes han resultado esquivos, difíciles para empatizar. Además, muchos secundarios (Bryce, Nicole, Tracy) resultaban tan planos como una tabla de planchar suiza y tramas como la relación amorosa entre Lloyd y Olivia eran más propias de serie de instituto (vamos, que la chavala hacía todo lo que sabe que no debe hacer). El cásting tampoco puede decirse que haya sido el punto fuerte de la serie, la verdad. Ni siquiera el flotador de James Callis funcionó. ¿Tiene este hombre algún registro más acá de la sobreactuación?

Desde el punto de vista narrativo, FlashForward anduvo dando vueltas sobre sí misma durante semanas. Hasta el parón navideño, la trama perdía fuelle (y espectadores) a marchas forzadas. Repetían una y otra vez los “futuros” de cada uno, se entretenían en subtramas irrelevantes, viajaban de aquí para allá sin sentido y el relato acabó desembocando en un incómodo impasse donde el orden de los capítulos no alteraba el producto pero sí provocaba somnolencia. Mucha. Su vuelta en marzo ofreció mejoría, pero el daño ya era irreparable. Conforme el mosaico se iba completando, la serie pasó a la ofensiva ante la inminencia del “apagón”: mucho más thriller y gancho visual en el último tramo, con algunos capítulos bastante potables, como el del día D para Dimitri o la subtrama contra Dyson Frost.

 

 

De hecho, como recordaban en esta trabajada y demoledora reseña, los dos últimos episodios han adoptado una estructura temporal propia de 24. En forma y fondo. La lucha contrarreloj dejó algunas secuencias trepidantes y sacó más partido de las narrativas de la conspiración. Pero también mantuvo otras muchos elementos inconsistentes, como a lo largo de todo el show. El cierre de los hilos amorosos resultó infantil y se permitieron ciertas licencias -¡de nuevo!- propias del “todo vale porque yo lo valgo”. Especialmente sonrojante fue la subtrama de Aaron en Afganistán y cómo resucita a su hija. ¡Eso sí que fue magia, amigos! Habrá que empezar a estudiar por qué la ciencia ficción se desliza tan fácilmente hacia lo sobrenatural…

Algunos personajes cumplieron su futuro y otros lograron darle esquinazo. En global: escasos momentos atractivos, entretenimiento a ratos y múltiples despropósitos. Una cancelación ganada a pulso. Por supuesto, no es el futuro que los creadores atisbaron allá por septiembre. Pero, como nos han demostrado, la lucha contra el propio Destino, además de inútil, es muy caprichosa. Ja.

 

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Cortesías (el blog del MGA y The Strike Blog con Lost)

11 Comentarios

  1. satrian

    Hubo tres capítulos el de Demetri y los dos siguientes que mejoraron un poco, pero pronto volvieron a las andadas, yo estaba muy ilusionado con la serie, porque la trama me gustaba y daba mucho juego, pero pronto la destrozaron, una pena, otra que pudo haber sido y no fue, el final penosillo además de abierto.

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  2. Pablo

    ¿No era que ya no íbamos a hablar de Lost? Es broma, es broma … muy buen artículo, Nahum; creo que se impone una reflexión acerca del modo en que la audiencia y las cancelaciones o renovaciones contractuales influyen en la estructura narrativa o en los recursos argumentales del relato. Creo que si, con las descargas en internet, el mundo de la creación y del disfrute artístico le han dado un golpe durísimo a la economía de mercado, éste se está vengando destrozando la posibilidad de contar una buena historia por televisión.

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  3. Adri

    Yo siempre he pensado que el gran fallo de FF fue querer emular las bases de perdidos (con las grandes preguntas y demás) pero luego intentar hacer una serie autoconclusiva. Sus primeros episodios no aportaban nada, no seguían enganchando más allá del final y se centraban en una investigación policial que al final siempre volvía al punto del que había partido al comienzo del episodio. Si haces un perdidos, la haces hasta el final… Pero ese intento de seguir la tónica del exito de lo autoconclusivo creo que es lo que les perdió.

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  4. MacGuffin

    Yo comprendo que los primeros capítulos tiraran más a lo autoconclusivo para intentar captar a espectadores nuevos, y que por eso repitieran mucho al principio los flashforwards. Pero es que se las apañaron también para que todos los personajes nos cayeran mal, y así no hay modo de seguir viendo nada.

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  5. bydiox

    Yo creo que mejoró lo suficiente después del parón como para darle la oportunidad de una segunda temporada (sobre todo si comparamos la serie frente a cómo acabó 'V'). Una pena.

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  6. Kobol

    Charlie me pareció bastante crecidita en el segundo blackout, se supone que la visión era del 2015.Es interesante lo que comentas sobre la tendencia a "sobrenaturalizar" en las series de ciencia ficción, pero es que en el caso de Flash Forward es más llamativo, pues que yo recuerde nunca habían utilizado ese recurso. Diferente es Lost o BSG que sí hay un universo sobrenatural con precedentes en la trama.

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  7. juan

    La abandoné en el quinto episodio.Parece que no me he perdido mucho.¿No sigues Fringe,Nahum?.Ha tenido un sprint final barbaro,como el año pasado.Mi favorita del año junto a Breaking Bad.

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  8. Pixelwoman

    A mí me gustó el piloto y el principio. La verdad es que, como excepción, hay que decir que les quedó mejor que la novela ("Recuerdos del futuro" de Robert J. Sawyer), y, curiosamente, repetían sus fallos: un protagonista sin fuerza ninguna y una trama muy liosa. Está claro que les mató dar tantas vueltas en la primera parte de la temporada… imagino que pensaban que les iban a dar seis temporadas y que tenían tiempo. Pero, señores, hay que aprender de Fringe: cierra tu trama principal y crea otra igual de interesante para la temporada siguiente. Aunque en el segundo tramo se centraron, la verdad es que el final se quedó un poco corto y, sobre todo ¿a qué viene dejar cabos sueltos, si sabían ya que estaba cancelada?En fin… Aún así, reivindico que es más interesante que el libro. Las historias de personajes -salvo alguna salvedad- son mucho más interesantes y en general está mejor llevada. Una lástima que se haya visto lastrada, entre otras cosas, por las mala costumbre de las temporadas interminables de las series USA.

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  9. Seriálicos Anónimos

    Vaya, no he podido ver el final, pero yo esperaba más respuestas a las preguntas planteadas en esta primera temporada: vamos, que esperaba una segunda.También es cierto que con la muerte de Frost la intriga desapareció de golpe casi por completo, pero ¿y qué pasa con el próximo Blackout? Tal vez ya haya respuesta y todavia no la conozco…¿Y ahora con qué serie vas a conciliar el sueño Nahum? ;-)Me tengo que ponerse con Fringe!S.A.

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