, archivado en In Treatment

In Treatment es un western de sentimientos. Dos personas, un diálogo. Miradas, silencios, lágrimas, confidencias. Paul Weston cabalga con sus pacientes por los territorios de la intimidad y se enfrenta a sus traumas y sus heridas. Cara a cara. Alargando el tiempo, al igual que en los duelos. Intentando poner orden en el caos, como en cualquiera del Oeste. 

Ahora que Tim Burton desembarca con su vistosa versión de Alicia en el país de las maravillas, muchos currículos olvidan que la actriz protagonista ya ofreció una soberbia lección interpretativa en la primera temporada de In Treatment. Mia Wasikowska se metió en la piel de la deliciosa y atormentada Sophie, la joven gimnasta que acude a la consulta de Paul tras haber intentado suicidarse:

Sophie es una inocencia herida. Adolescente, guapa, grácil, está sometida al estrés del deportista de elite, odia a su madre y mantiene una relación paterno-filial donde la fascinación es una excusa contra la rabia, una venda para esconder el egoísmo de su padre. Entre los temas de fondo pululan la anorexia, el complejo de inferioridad, la culpa dislocada, los abusos sexuales, el trastorno bipolar… La versatilidad gestual, la empatía y la sutilidad de la actriz pueden condensarse en este ejemplo, donde los registros de Wasikowska oscilan (en tan solo un minuto) de la pena a la ira, pasando por el dolor del pasado, la sorpresa o esas muecas finales de compasión:

Como se intuye por ese fragmento, la relación entre psiquiatra y paciente es un constante tira y afloja. Hay ternura y simpatía, pero también relámpagos de enfado, desesperación o cólera, donde Paul tiene que calmarla y permitir que, incluso, lo acusen de pedófilo y pervertido. Como en esta escena indeleble, con la metáfora del libro, ese enfadado “¡come mierda, Paul!” y el comprensivo “Sophie, por favor, no te vayas, Sophie“:

En las tensiones de ese duelo verbal y emocional, Sophie deja uno de los momentos más conmovedores que uno recuerda. La barra de equilibrio es su disciplina preferida; al mismo tiempo, actúa como metáfora de su propia vida. Por eso, nadie que haya visto In Treatment puede olvidar esta exhibición gimnástica en el sofá, aquel día en el que llamó a la puerta como una dulce princesita.

La terapia iba a prolongarse solo por tres semanas. Pero Paul va ganándose la confianza de Sophie. Y su corazón. Hacia el final de la serie, Rodrigo García nos presenta este demoledor instante, donde Sophie se enfrenta por fin a su padre y reconoce que Paul la entiende ahora mejor que nadie:

Y es que los dramas también pueden tener final feliz.

Créanme: In Treatment es grandiosa. Véanla, por favor. Solo por esta joven actriz, ya merece la pena, como lo último de Tim Burton.

——— 

Cortesías (ajusticiado en The TV Slayers; los deberes son muy difíciles…)

21 Comentarios

  1. Álex

    Odio, culpa, rabia, simpatía… Una serie cargada de emociones, ¿no? Estaría bien analizarla desde esa perspectiva… ¿no crees?

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  2. satrian

    La escena sobre el sillón no se me va a olvidar nunca, parecía tan fuera de lugar en ese salón, y tan en su sitio dentro de la trama, no se si hubiera funcionado este personaje con otra actriz porque tiene que manejar muchos registros en poco tiempo, y como todas sus pacientes coquetea en un momento u otro con Paul.La serie es imprescindible, espero que nos sorprenda gratamente esta temporada.

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  3. WATANABE

    Vi la primera temporada y me gustó mucho aunque debido a su estructura de sesión-episodio en algunos momentos se me hizo un poco estirada. Aún así merece la pena sin duda. Una autentica lección de emociones y sentimientos escrupulosamente bien equilibrados. No tardaré mucho en ver la segunda.

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  4. desaparecido

    Cierto, de las mejores series. Y la puedes ver como quieras, a tu ritmo, sin seguirla linealmente. Por eso la vi 2 veces…

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  5. seriéfilo

    yo lo intenté, le vi las virtudes que mencionas, pero me aburrió. y ahí la dejé, aparcadita.

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  6. Brian Edward Hyde

    Me encanta tu descripción de la serie. Sophie es un caramelo de personaje con una actuación demoledora. A mí ya me empieza a dar asco tanto hype con la mierda de Alice de Burton. Para mí, Mia siempre será Sophie…Saludos!!

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  7. juan

    Como se suele decir "menos es más",sin artificios ni condimentos,es increible lo que pueden conseguir un buen guion y unos actores soberbios.El personaje de Sophie causó estragos y a más de uno nos dejó trastocados.Es una autentica montaña rusa emocional.Hay por ahi un corto de zombies en el que tambien sale esta chica,no recuerdo el nombre pero está chulo.Espero como agua de Mayo la tercera de In Treatment.

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  8. JL

    La verdad es que la serie empezó a engancharme gracias al personaje de Sophie, con el tira y afloja que mantienen en las sesiones. Y la serie está llena de grandes actuaciones, sinceramente merece la pena verla, porque en casi todos los capítulos son solo dos o tres personas las que salen.

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  9. Pablo

    Y hay que agregar que en la última semana de la segunda temporada hay un regalo para el alma de todos los que quedamos fascinados por Sophie.

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  10. Nahum

    ÁLEX: en cuanto nos desatasquemos, le hincamos el diente a la ponencia para el Congreso, no te preocupes. SATRIAN: ¿Al final la tercera temporada será ahora? Pensé que estaba pospuesta tras sus dudas sobre la continuidad…WATANABE: Puede ser un pelín estirada. Es algo que en la segunda temporada no ocurre. Te leeré en cuanto la veas. DESAPARECIDO: Un amigo la vio primero horizontalmente y luego, solo, el personaje de Sophie. Y dijo que no se resintió nada el visionado. SERIÉFILO: Ay, qué pena. Creo que, como Mad Men, quizá como Caprica, si uno aguanta, al final el disfrute es máximo. BRYAN EDWARD: Lo malo de tanto bombo es que se produzca el efecto Torre Eiffel: "¿ah, era esto? Pues vaya". JUAN: Pero lo mejor (al menos a mí me gustó mucho) es que es un personaje que acaba bien. Se cura. Lo que hace aún más difícil mostrar su transformación. Menos es más, je. JL: eso es lo revolucionario de In Treatment. Un escenario, como en las sitcom, para un drama de mucha profundidad, sutil y calmado. PABLO: Es giro con el personaje de April es realmente emocionante. Eso y el gorrito de aviador. Me emociono solo de recordarlo. OSKAR: Gracias, amigo.

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  11. Estar en las nubes

    Cómo me ha gustado eso de "western de sentimientos". Muy acertado.La serie la dejé a mitad de la segunda temporada. No sé por qué pero me recordaba a aquel psiquiatra (creo que era Viktor Frankl) que preguntaba a sus pacientes: ¿Por qué no se suicida usted?

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  12. Nahum

    ESTAR EN LAS NUBES: Me extraña eso de Frankl, un tipo tan vitalista. Pero puede ser, vamos, no conozco tanto su obra. Le animo a que llegue hasta el final de la segunda temporada. "Luminosa" es la palabra para describir esa última semana. Y sublime.

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  13. Antara

    Nahum, muchas gracias por este post, me has emocionado. Creo que no va a pasar mucho tiempo hasta que yo repita In Treatment íntegra. Qué grande Mia Wasikowska, me muero por verla en Alice (voy el martes).

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  14. gcallejo

    Alberto, he empezado a verla ahora… un poco tarde, lo sé, pero realmente me está cautivando. Coincido contigo en que es una serie de gran profundidad psicológica y dramática. Vibrante.

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  15. Diego

    Cierto. In treatment, hasta donde yo he llegado es una maravilla (casi la segunsa temporada entera), y Sophie es espectacular, lo mejor de la primera. Pero si bien la escena del sofá es genial, la mejor para mí es la que acontece, creo, al final de su segundo miércoles, cuando llega calada y le prestan ropa de la hija de Paul, y mientras secan la suya… al final no puede ponerse su propia ropa por las escayolas y cuando la mujer de Paul la ayuda ella se abraza a ella… de los mejores momentos que he visto en la tele.

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