, archivado en Modern Love

Modern Love Fey and Slattery

Que el amor mueve el mundo lo sabemos desde que Paris raptó a Helena. De batallas míticas a guerras de sofá, de renuncias dinásticas a besos que sellan un compromiso para toda la vida, el amor de pareja ha sido, es y será tan decisivo como el aire. Sobre ese sentimiento compone Modern Love una colección de estampas contemporáneas, muy neoyorquinas, que ponen el acento en lo positivo. Ocho capítulos de media hora que entran con la frescura de un buen vinito blanco. Porque es una serie feliz.

Ahí descansa la mayor primicia de este producto de la cada vez más interesante Amazon Prime, una plataforma que ha estrenado cosas tan potentes como Jack Ryan, Fleabag o Carnival Row. Modern Love es un relato que reivindica el amor sin negar sus dificultades, sus tragedias, incluso. Frente al prestigio intelectual del dramón de alcoba y el despelleje íntimo, la serie apuesta por un relato que, simplemente, es capaz de hacer que sus personajes se sobrepongan a los obstáculos. No hay mejor metáfora que ese matrimonio maduro que, tras las sesiones de terapia conjunta, sigue jugando al tenis. Pasando bolas. Corriendo. Siguiendo unas reglas que ambos han aceptado antes del partido. Eso es el amor como dedicación, como voluntad, como empeño colectivo por hacer funcionar un compromiso. Ya lo advertía Chesterton: “Lo que mantiene la vida romántica y llena de ardientes posibilidades es la existencia de esas grandes limitaciones vulgares que nos obligan a todos a enfrentarnos a las cosas que no nos gustan o que no esperamos”.

La otra novedad de Modern Love es su formato. Hace ya casi una década que Black Mirror resucitó la antología: esas series que ofrecen capítulos totalmente independientes, con nueva trama y actores en cada episodio. Un reset en toda regla donde la continuidad serial proviene del género (la ciencia ficción en Love, Death & Robots), el tema (descendientes de la realeza rusa en The Romanoffs) o el escenario (una habitación de motel en Room 104). En el caso de Modern Love, la flexibilidad del formato le venía casi dada por el material del que proviene: una célebre y celebrada columna homónima del New York Times.

Con ese material periodístico, John Carney (el director de la entrañable película Once) escoge para sus ocho capítulos historias que, como anticipan los hermosos títulos de crédito, exhiben flechazos de todo tipo: casados, solteros, platónicos, recurrentes, imposibles, interraciales, intergeneracionales… El amor, como la muerte en las coplas, se erige en un estupendo igualador: afecta radicalmente a todos. La marca de la casa en Modern Love es que siempre, a pesar de las tempestades, prevalece el aroma amable, la sensación humanista de que el viaje merece la pena.

modern-love-poster-crop

Hay episodios deliciosos, como el del portero con códigos samuráis y sentimientos puros (“When the Doorman is Your Main Man”). Otros resultan visualmente sorprendentes, como el protagonizado por una bipolar Anne Hathaway (“Take me as I am, Whoever I am”). Y los de más allá cierran con una elipsis brillante, como el protagonizado por los fantásticos Tina Fey y John Slattery (“Rallying to Keep the Game Alive”). No obstante, lo mejor y peor del formato de la antología es la individualidad, lo que implica irregularidad. En general, en Modern Love el nivel medio es bueno, a ratos estupendo, pero el espectador no puede sacudirse la impresión de que las buenas intenciones han predominado sobre la efectividad dramática en episodios como “When Cupid Is a Prying Journalist” o “The Race Grows Sweeter Near Its Final Lap” (¡ay, esa coda tan innecesaria!).

No es más que un pequeño borrón en una serie intimista que deja al espectador con un buen sabor de boca, que le anima a apostar por una mirada que hoy resulta casi contracultural. La que resumía Sam Keen: “Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta”. Eso: aprender a amar. Una lección que tratamos de asimilar desde que el mundo es mundo.

Anne hathaway Modern Love

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *