, archivado en The Good Wife

El infartado malabarismo de Alicia Florrick durante la season finale -trabajo, rivales, juicios, intrigas, familia, maternidad, política, vino, dilemas éticos, pérdidas- simboliza el delicado bricolaje dramático de The Good Wife. Nunca se les caen las pelotas a estos tíos por mucha presión a la que estén sometidos.

No por casualidad se titulaba la despedida “A Weird Year“, un (excelente) episodio frenético y congestionado. Un “año extraño” porque esta quinta temporada ha abordado dos grandes retos narrativos. El primero, solventado con sobresaliente, ha sido el de sobrevivir a la partición del bufete. Dos centros narrativos (Lockhart-Gardner / Florrick-Agos) a los que había que sumar el Gobierno de Chicago, la oficina del Fiscal, el oro de Chumhum, la resaca de las elecciones, las derivadas estudiantiles de Zach y cía, el factor Canning

Con tanto ajetreo y tanto personaje, Chicago tenía el inconveniente de empezar a parecer una sucursal encorbatada de Poniente. Sin embargo, aunque haya quedado un pelín forzado en ocasiones, los creadores se las han ingeniado para que los casos siempre hermanaran a las dos firmas de abogados. Unas veces para hacer el amor y otras para declararse la guerra. Así que nada de dispersión narrativa ni de tramas paralelas; al contrario, puede que este haya sido uno de los años más cohesionados de la serie.

The Good Wife

El segundo reto narrativo, saldado con matrícula de honor, es el del espoiler, así que ojito.

Una serie de televisión es, por definición, un relato abierto. En parte ahí está la gracia: el riesgo de andar siempre sobre la cuerda floja genera un ente vivo, abierto al cambio. Esto diferencia, en ocasiones radicalmente, a la televisión serial de cualquier otro producto narrativo de la cultura popular. Las novelas y las películas comerciales no aterrizan como un work-in-progress eterno. Solo el cómic comparte la dilatación estructural de un relato televisivo obligado a negociar su narrativa con las cifras de audiencia, los contratos de los actores o la disponibilidad de los guionistas.

https://www.youtube.com/watch?v=cZgCPhWmjyE

La muerte de Will Gardner, uno de los mazazos más inesperados que he sentido viendo la televisión, tiene un origen extratextual, como todos los seguidores saben. Y, sin embargo, la elegancia para integrarla en el relato casa con la solidez de The Good Wife que tantas veces hemos cantado en este blog. Will era lo más parecido a un co-protagonista que tenía la serie y, durante años, sus cuitas amorosas con Alicia fueron uno de los motores del drama. En la mente de los espectadores, cualquier final pasaba por un matrimonio entre ambos. Un drama legal con postre de comedia romántica. Pero. Pero. Pero…

Esta edad dorada de la televisión, que no deja de innovar y buscar nuevos caminos, ya hace tiempo que empezó a subvertir la regla sagrada de la serialidad: nunca tomes decisiones irreversibles. El efecto Reichenbach, lo bauticé. Más allá del shock, “Dramatics, Your Honor“, lo interesante de este desafío narrativo ha sido ubicarlo en el minuto 70 de partido, cuando aún restaban 7 capítulos. Nada de dejar a la audiencia mordiéndose las uñas desde mayo a septiembre para saber si, ay, no volveríamos a ver al apuesto abogado. Nanay. Todas las cartas sobre la mesa. Ni siquiera había que esperar una semana para escuchar el certificado de defunción. “Will está muerto”, sollozaba Kalinda.

Y el resto de la temporada quedaba para explorar los ángulos del dolor y el vacío, abrochar los conflictos sembrados (las escuchas, Canning, Polmar) y calentar guantes para los golpes que vendrán en la sexta temporada. No por casualidad el mejor capítulo del año, el más emocionante, fue “The Last Call” (5.16.), el posterior a la carnicería en el juzgado. La melancolía de esa llamada perdida, imposible, permitía a todo el elenco gravitar sobre la muerte de un ser querido, respetado o temido. Un manual de urgencia sobre la pena. Así, vimos a Kalinda llorar, a un Agos en plan vaquero, a David Lee evitando el derrumbe en un gesto tan sutil como revelador, a Peter Florrick sin saber cómo gestionar unos cuernos que no fueron y a Diane Lockhart echando a patadas millones de dólares sin alma.

https://www.youtube.com/watch?v=TLyMxAao3uY

Que los acontecimientos se hayan precipitado en todos los órdenes (el matrimonial, el íntimo, el empresarial, incluso el político, con el triángulo entre Castro, Polmar y los Florrick) encuentra una clara justificación en la huida sin retorno de Josh Charles. Esto es hacer de la necesidad virtud. Recuerdo, por ejemplo, cómo el adiós de Mr. Eko en Lost fue otro misterio (más)  sin resolver. O, por hablar de algo más actual, cómo el cambio de actor para Daario Naharis ha quebrado la continuidad visual de Juego de tronos, sin siquiera un Valar Morghulis que justifique la metamorfosis.

Por eso, la forma de gestionar la salida de Josh Charles ejemplifica por qué The Good Wife es una de las mejores series de la actualidad: porque mima el relato alimentando su coherencia interna, trabajando al personaje por encima de la trama. Si los guionistas tienen extraordinarios reflejos para integrar la actualidad política más reciente en sus casos, ¡cómo no iba a ser capaz de sacar réditos narrativos y dramáticos de un finiquito!

Dos retos -la partición del bufete y la muerte de Will– superados con holgura. Pocas series se atreven a abandonar su zona de confort para echarse un órdago así. Casi ninguna lo ha ganado con tanta contundencia como The Good Wife. Eso significa mucho.

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Algunas otras consideraciones rápidas:

-Como siempre, ya lo hemos alabado otras veces, una de las vertientes más atractivas de The Good Wife es su abordaje de la política. Sin necesidad de forzar, muchos capítulos le permiten meter mano en asuntos ideológicos apasionantes, centrales en las Culture Wars que nos asuelan desde el 68. Desde el matrimonio hasta la legalización de las drogas blandas, pasando por el aborto (¡qué caso más bueno el que presentan!), los límites del racismo, la corrección política, las creencias religiosas, las políticas de identidad o ese 1% que tan de moda ha puesto el omnipresente Piketty. Como siempre, lo más destacable es la mesura y la inteligencia con la que The Good Wife presenta todos estos temas, exhibiendo pros y contras, sin caer en la demagogia infantiloide que tanto practicamos por España. Coraje intelectual.

-Ja, por cierto, pocas series pueden meterle una colleja a Ayn Rand sin retorcer la trama ni quedar como pedantes. Aquí llega con una naturalidad pasmosa. ¡Como se entere un tío mío que está fanáticamente enamorado de ella, le va a entrar una depresión de lo más subjetiva…!

-El coraje también asoma para convertir en una de las subtramas de fondo uno de los escándalos políticos de la era Obama: el de las escuchas masivas de la NSA. Bien integrado en la trama, con mucho pingpong dramático (y dosis de humor entre los nerds que se dedicaban a las escuchas) y, bueno, resuelto razonablemente bien. No he visto ninguna otra serie que se haya atrevido a darle una patadita así en la espinilla al Presidente Obama, tan adorado por Hollywood y sus alrededores.

-Además, toda la season finale le da la vuelta a la tortilla, puesto que los escuchados son ahora los espías. Lo del micrófono abierto no ha dejado de ser una suerte de deus ex machina, pero la verdad es que los guionistas han sabido emplearlo con mucha eficacia: lo que parecía un regalo para adelantar al oponente ha terminado por emponzoñar internamente a Florrick -Agos.

https://www.youtube.com/watch?v=TD5s2Rue4vw

-Si la bronca que tuvieron Alicia y Will (el Youtube de acá arriba) en el memorable “Hitting the Fan” (5.5.) fue uno de las escenas cumbre del año, la discusión entre Cary y Alicia es, ya, una bomba dramática para la sexta temporada. Algo se ha roto ahí… y eso no lo habíamos visto antes. Dos liderazgos laborales que funcionaban con la complicidad de un matrimonio (“excepto por el sexo”, Will Gardner dixit) se han resquebrajado; se impone repensar las alianzas internas… El ofrecimiento de Diane llega en el momento justo. ¿También traerá a Kalinda en el pack, ahora que todos saben de su ¿doble, triple? traición a Cary?

-Ah, otra virtud de la muerte de Josh Charles fue la de dar por cerrado (al menos por ahora) el caso de las elecciones amañadas. Es una de las subtramas que nunca terminó de funcionar.

-Como tampoco ha terminado de cuajar la “supervisora ética” interpretada por Melissa George. ¡Qué pesadez de tía! Supongo que iba en su papel resultar cargante y ñoña; una acertada actuación, entonces. Pero qué tostón…

-Quizá me falla la memoria pero, ¿qué demonios fue del personaje interpretado por Jason O’Mara?

-Con capítulos como el último se aprecia claramente que el diseño vanguardista, tan Bauhaus, de las oficinas de la serie tiene, además de un afán estético, una finalidad narrativa y dramática: todo el mundo puede ver lo que ocurre en otras estancias del bufete.

-El premio del recurrente del año ha recaído este año en Colin Sweeney, ese adorable hijo de puta. Capítulos como el suyo (el narrativamente lisérgico “Tying the Knot”, 5.19.) o el siguiente, donde Diane se borra del partido para no cruzar una línea macabra, ahondan en una ambigüedad moral que, sin ser la marca de la serie, le sirve para asomarse al abismo y ganar espesura.

-Para mí, la mejor temporada de The Good Wife hasta la fecha.

17 Comentarios

  1. Pixelwoman

    A Jason O\’Mara se lo quitó de en medio Kalinda (para echar un capote a Diane). Encontró algo turbio (irlandeses que le perseguían, creo recordar) y Diane los fichó para el bufete. Salió corriendo como alma que lleva el diablo -nunca mejor dicho.

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  2. Angell

    ¡Dios mío! ¡Qué temporada tan soberbia ha desabrochado The Good Wife!
    Perfecto análisis, solo una acotación.
    El único puntito negro que le veo a ésta temporada es la descentralización del personaje de Kalinda del relato, el cual lleva así desde la cuarta temporada y no parece tener solución. Para no extenderme mucho, les recomiendo que lean éste artículo en donde se explica detalladamente el porqué de esta decisión, que si resulta ser cierta, la verdad es que es una verdadera pena: http://elblogdelasseriesamericanas.blogspot.com/2014/05/de-como-la-actitud-de-julianna.html

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  3. nadie

    \”El primero, solventado con sobresaliente, ha sido el de sobrevivir a la partición del bufete.\” Gracias por el spoiler sin avisar.

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  4. Alberto Nahum

    PIXELWOMAN: Gracias por el apunte. Recuerdo vagamente esa maniobra, creo que poco antes de lo de Will, ¿no? Una pena: su personaje estaba bastante bien y me parece que quedó desaprovechado su potencial.

    ANGELL: Sí, sabía de los líos tras las cámaras, pero no sé hasta qué punto son rumor. En todo caso, estaba justificado que hubiera menos encontronazos entre ellas, en la ficción, por aquello de estar en dos lugares enfrentados. Ella ya tiene a Cary para aprovecharse de él estrategicamente. No sé, yo no he echado de menos más Kalinda.

    NADIE: Desde luego, no es mi intención arruinar las tramas de la serie a ningún espectador, pero eso que citas no es un espoiler. Es un comentario genérico, valorativo, sobre lo que se veía venir desde el final de la cuarta temporada como trama principal de la temporada, cuando Cary aparece en el piso de Kalinda Alicia. Sería como decir, qué sé yo, que 24: Live Another Day supera con sobresaliente su traslado a Londres. Eso no son espoilers.

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  5. pixelwoman

    Efectivamente, fue poco antes de lo de Will. El personaje daba juego, sin duda, aunque la verdad es que me parece que traer al centro del escenario a Canning ha sido mejor decisión. Ese personaje sí que es oro puro.

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  6. Luis

    Más allá del magnífico relato que es, de las luchas de poder, de la reflexión sobre la pérdida, más allá de todo eso, me quedo con la osadía narrativa pero también político-moral, con ese atrevimiento a plantear dilemas incómodos sin decirte que es lo que tienes que pensar tú al respecto. La trama de la NSA como culmen de todo ello. Una magnífica temporada. Una auténtica joya.

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  7. Gonzalo

    Este blog me picó la curiosidad por esta serie hace varios años. La he recomendado mucho y he descubierto en este tiempo que los fans de \’la Florrick\’ son muy fieles pero poco numerosos.
    Algo que siempre me ha encantado es el humor que utilizan los guionistas para rebajar la constante tensión de la vida de los \’picapleitos\’. Los gags consiguen a menudo sacarme una sonrisa todos esos momentos surrealistas y cómicos que tienen los episódicos recurrentes. Los \’running gag\’ que trufan la serie siempre son un gran añadido al resto de elementos más narrativos.
    Gran post

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  8. Jose Alberto Arias

    Para mí, el análisis más lúcido que he leído de momento sobre esta brillante temporada.
    Sólo me ha faltado una mención al capítulo 100 como celebración que fue y, en gran parte, tuvo bastante que ver en que esta temporada haya sido extraña y atípica, pero sobresaliente.

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  9. Belén

    alguien sabe cuándo podremos ver la sexta? sigo conmocionada por el final de la quinta… gracias!

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  10. Arturo

    Lo primero que quiero es lamentar es el llegar siempre tarde a los comentarios de las series. Mi manía de verlas una vez completas y no semana a semana, hace que me pierda el punto álgido en las redes.
    Y dicho esto añadir que The Good Wife es, quizá, la mejor serie actual, entendida como una serie ya con muchas temporadas y capítulos, muy cuajada y que ha ido mejorando temporada a temporada. A ver si un día Fargo o True Detective son capaces de decir esto…
    Y tremenda temporada la quinta…con su Boda Roja y todo. Y qué bien resuelto todo, conque elegancia, ternura, cariño, emoción…Tremendos los guionistas de esta serie. Vaya equipo, un diez para ellos.
    También me sorprendió la abrupta desaparición de Jason O\’Mara y, también en cierta manera, la de Finn Polmar, dos personajes muy interesantes y que, pienso, podían coger perfectamente la antorcha que ha dejado el llorado Will Gadner. Confía en que ambos, o por lo menos alguno, sea recuperado.
    Por último, añadir que sin duda una de las mas grandes cualidades de The Good Wife es como afrontan los temas mas actuales y polémicos considerando al espectador un ente inteligente capaz de sacar sus propias conclusiones. Igualito que la mierda socialdemócrata y populista que se hace aquí.
    Y para el que tenía ansias por la sexta temporada…según IMBD la sexta temporada comienza su emisión el 6 de septiembre.

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  11. Catibel Franco

    ME HA DOLIDO MUCHISIMO LA MUERTE DE WILL….HUBIERA PREFERIDO QUE LO DEJARAN EN COMA POR MUCHOS AÑOS, CON LA ESPERANZA DE QUE ALGÚN DIA REGRESARA A LA SERIE O DEFINITIVAMENTE HABERLO ENVIADO ALGÚN LUGAR COMO OBRA SOCIAL.

    JAMÁS HUBIERA PENSADO QUE ÉSTE PERSONAJE PODÍA MORIR !!!!

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  12. Manuel

    Es una serie diferente,muy àcida e inesperada,va claramente de menos a más,la quinta temporada sin duda la mejor,qué decir de lo de will…..,deseando que empiece la sexta entrega,para mí,después de house of cards,de lo mejor que he visto este año

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